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viernes, 20 de julio de 2018

LAS FICHAS DE CANTERAS Y LATAS DE ESQUILA
DEL PARTIDO DE OLAVARRÍA
Autor: Cr. Adolfo Hipólito Santa María
                       

 Las fichas de canteras y las latas de esquila, tienen analogías con las monedas y las medallas; en los materiales, en los sistemas de fabricación y en sus formas.
 Estas semejanzas, en general, son de naturaleza física o bien se podría decir morfológica.
  Las diferencias entre monedas, medallas y fichas debemos buscarlas en la finalidad y el objetivo de su acuñación.
  Las monedas tienen curso legal y garantía del emisor, de curso forzoso para la población de un país, estado o región, sirven de medida común para el intercambio de bienes y servicios; su finalidad es puramente económica. Y las condiciones básicas para ser considerada moneda son: una ley de emisión, ser unidad de medida, se constituya en medio de pago, y por último, que sea utilizada como reserva de valor.
  Las fichas no tienen curso y garantía legal, pero tienen la garantía y la obligación del emisor que las utiliza en particular. Son utilizadas en general, como contralor de una actividad y, en ciertos casos, en retribución por la prestación de un servicio o la entrega de bienes, es decir, cumplen con la función de sustituir momentáneamente a la moneda.
  Las medallas tienen por lo general una finalidad conmemorativa u honorífica. Salvo en casos excepcionales en las que se  utilizaron como moneda. 
 En consecuencia, por su incidencia económica, las fichas se encontrarían más cercanas de las monedas que de las medallas.
  Como antecedentes directos de la fichas podemos mencionar a las monedas llamadas simbólicas, sustitutos privados acuñadas en Gran Bretaña en el siglo XVII, para suplir las monedas de baja denominación, ante la escasez del cambio pequeño. Generalizada su utilización, también por el comercio y la industria, con formas, leyendas, metales y finalidades diferentes por particulares y compañías, se les denomina "tokens" (fichas en inglés). 
  En América se pueden mencionar a las señas, pecas y vales, cuya finalidad era entonces específicamente la de suplir a la moneda metálica, especialmente las de denominaciones menores. Con la diferencia fundamental, de que casi sin excepción, eran emitidas en papel. Podríamos decir de las fichas que son: Piezas de cualquier material, generalmente de metal, comúnmente de formas similares a las monedas, fabricadas por diferentes sistemas, con grabados en una o ambas caras, utilizadas como contralor de una actividad, retribución de un servicio o la entrega de bienes. Es decir, en ciertos casos sustituyendo momentáneamente a la moneda, con la obligación de parte del emisor de rescatarlas mediante la entrega de dinero, bienes o brindando un servicio.
  Otra particularidad de las fichas que las diferencia también de las monedas, es por lo general la inexistencia de la fecha de emisión, siendo muy escasas las fichas con fechas en sus improntas.
  El uso de las fichas en nuestro país se extendió a diversas actividades, la vitivinicultura, la zafra de la caña de azúcar, los saladeros, explotaciones forestales, y a las ya mencionadas de la esquila y las canteras, entre otras. También en la gastronomía, de uso frecuente hasta hace unos años en bares y confiterías, con la siguiente particularidad: el mozo abonaba con las fichas provistas por el empleador las consumiciones de sus circunstanciales clientes, y al final de la jornada de trabajo, con lo cobrado por sus ventas, entregaba la cantidad de dinero equivalente a las fichas que tenía en su poder el empleador. 
 Existen también otro tipo de fichas que fueron utilizadas como un elemento de contralor, como por ejemplo: las antiguas contraseñas del Teatro Coliseo y el Parque Argentino.
  Por último, considero interesante mencionar el uso de las fichas en los prostíbulos, a las que denominaban también comúnmente "latas", como veremos en los siguientes versos alusivos en coplas y recitados, extraídos del libro "Textos eróticos del Río de la Plata"1, que por expresivos y pintorescos he decidido incorporar, excediendo quizás, el tema de este trabajo.
  
Madama, cambie las latas
 Que me voy a la posada
 El quilombo está muy misho2
 Las putas no ganan nada.
     ------------------------- ------------
 Qué vida triste y penosa
La vida del canfinflero3.
Los lunes cobra las latas.
Y los martes anda fulero.
    --------------------------------------
De un recitado.
 Retacona deidad de mis amores 
 Mina a la gurda 4, dueña de mi vida,
 No niegues a tus viejos los primores
 De tu alma, ni las latas, mi querida.
----------------------------------------------
y por última.
Quisiera tener un macho
Que no fuera canfinflero,
Que no me pida las latas
Ni pida para el sombrero.       
 ------------------------------ 

           Fichas del prostíbulo Petit Trianon, de la ciudad de Rosario.

  Hasta aquí, una información general y concisa para introducir al lector, en particular al no especializado en estos temas, en el conocimiento de estas fichas y sus usos en nuestro país. 
  Continuaremos con las fichas de las canteras en el partido de Olavarría, dejando para el capítulo siguiente el tratamiento en particular de las latas de esquila. 
 Si bien las fichas de canteras, son en general de metal, se conoce un ejemplar confeccionado en cuero en el partido de Tandil, perteneciente a la cantera de Juan Basso Aguirre, que era utilizada para el pago de cada zorra con carga de adoquines.
 A las fichas de canteras se las empleaba para el pago de jornales, en el control y la entrega de toneladas o metros cúbicos de piedra granítica, y de productos específicos descriptos en sus improntas, como por ejemplo: cantidad de adoquines comunes o especiales.
  Resulta llamativo para los coleccionistas de nuestra ciudad, la escasa utilización de fichas de canteras en el partido de Olavarría, en comparación con otro partido de la provincia de Buenos Aires de características geográficas similares para la actividad minera, como el partido de Tandil, donde tienen catalogados más de 30 emisores de fichas.  Ignoramos los motivos, se conocen en el partido de Olavarría, con exactitud en cuanto a su procedencia, un solo tipo de ficha y emisor; con la particularidad muy especial, que se desconocen fichas de este tipo con el valor de la unidad. Se utilizaban para el pago de los jornales de los trabajadores de la cantera, cuyos valores conocidos son 5,10, 20 y 100. 
 Las únicas fichas de canteras hasta ahora conocidas, en el partido de Olavarría, son las pertenecientes a la firma Piatti y Brignoni, en Cerro Sotuyo.
 Hace muy poco tiempo se han descubierto otras fichas, que por los emblemas que tienen en una de sus caras, serían de la empresa Loma Negra y la cantera Villa Mónica, y porque desconocemos con exactitud su origen y el motivo de su emisión, su clasificación en este trabajo es provisoria. 

LAS FICHAS DE CANTERAS DEL PARTIDO DE OLAVARRÍA

  La industrialización de la piedra y la explotación de canteras, constituyeron el motor del desarrollo económico y demográfico del partido de Olavarría.
 Muy pocos años después de la fundación de Olavarría tenemos referencias sobre la explotación de canteras en el partido. En 1879, visitó estas tierras el Dr. Estanislao S.Zeballos, autor del libro “Un viaje al País de los Araucanos”. En una parte del mismo, que considero apropiado transcribir, nos cuenta sobre la explotación de las canteras en esta zona, las dificultades de los trabajadores y de su dudoso e incierto futuro. Nos relata el Dr. Zeballos: "Eran las 4 a.m. del 20 de noviembre. El coronel Levalle había puesto a mi disposición su mejor caballo y su asistente y hombre de confianza, el cabo Barrasa, héroe que dentro de algunos días tendré el gusto de presentar a mis lectores. Marché pues a la sierra en busca de los afamados cerros de mármol, explotados a cuatro leguas de Olavarría. Después de un galope continuo durante hora y media llegamos a la primera cantera donde varios operarios arrancaban el mármol al cerro y otros preparaban, cargando los demás algunas carretas de bueyes que lo conducían al Azul. A mi vista aparecían las moles de mármol colorado, negro amarillo y jaspeado, reclinados en las anchas laderas de los cerros. ", y continua más adelante con el relato: "Cerca de los primeros talleres hay otro que estaba embargado por el cobro de un impuesto exorbitante. Yo iba en el caballo del coronel Levalle con su lujosa montura militar, con mis espuelas de plata, y rifle rémington a la espalda. Éstos y el uniforme del cabo Barrasa, fue bastante para que los trabajadores nos tomaran por aguaciles del Gobierno de la Provincia y nos recibieron con tal animadversión, que por poco no se arman para asaltarnos; pero la tormenta se trocó en atento agasajo, cuando sabedores de quien era, les dije también que viajaba estudiando la comarca. La cantera de estos hombres había llegado a 8 metros de profundidad y el buen material escaseaba. La industria marmolera tiene aquí un limitado porvenir y el impuesto y los costos de transporte son de tal manera elevados que arruinarán a cualquier persona." 6

  Sin embargo, aquellos pioneros, sin importar las dificultades que les imponía esa actividad por aquellos años,  transformaron el lugar en diferentes explotaciones e industrias que impulsaron el desarrollo del partido de Olavarría.

  Un decreto fechado el 30 de setiembre de 1879, reglamenta la explotación de las canteras de Sierras Bayas, partido de Olavarría. Siendo algunos artículos de interés histórico, los transcribimos a continuación:

Artículo 1. - En el paraje denominado Sierras Bayas, en el Partido de Olavarría, queda destinada para la explotación de canteras el área que, después de los estudios necesarios, ha señalado el Departamento de Ingenieros en el plano especial aprobado esta misma fecha.

Artículo 2. - Las personas que deseen obtener lotes de canteras, se presentarán al Poder Ejecutivo solicitando mensura, cuya operación se practicaran con arreglo a las disposiciones vigentes, debiendo además el agrimensor presentar un informe completo sobre la importancia y calidad del lote solicitado.

Artículo 4. - No se concederá lote alguno de canteras que excedan de 130 metros de frente por igual de fondo, comprometiéndose en esta área tanto el terreno destinado propiamente a la explotación, como el necesario para edificios, máquinas, etc.

Artículo 7. - Si transcurridos dos meses de la época de la concesión no se hubiera dado principio a los trabajos, quedará sin efecto el contrato, perdiendo el interesado la cantidad entregada en Tesorería. La concesión caducará igualmente siempre que se demore el pago del arrendamiento más de tres meses, en cuyo caso se ordenará la inmediata suspensión de los trabajos, pudiendo cederse el lote a un nuevo solicitante, quien abonará a su antecesor el valor de las obras existentes de acuerdo con la tasación, que en caso de disconformidad entre las partes, practicará el Departamento de Ingenieros.

Artículo 9.-El arrendamiento se abonará por anualidades y su cobro estará a cargo de las oficinas de saladeros y graserías.

Artículo 10.- Ningún pozo de explotación podrá abrirse a menos de sesenta metros.

  Los primeros pobladores que se beneficiaron y acogieron a este decreto, fueron los señores Juan Moglia, Guillermo Enright, David Spinetti y Luis Serrano.

  Fueron en su mayoría  inmigrantes extranjeros quienes iniciaron la explotación de canteras y caleras en el partido de Olavarría. Comenzando por el inmigrante italiano Ambrosio Colombo, llegado a estas tierras en 1873, con la intención de sembrar trigo, y que se convirtió luego en uno de los primeros industriales de la piedra.

  En el año 1875 estableció dos hornos de cal en las inmediaciones de Loma Negra, los primeros en esta zona. La cal en esa época era transportaba en carretones hasta la localidad de Azul, terminal hasta el año 1882 del Ferrocarril del Sud, y lugar desde donde partía para su comercialización, conociéndose el producto por tal motivo como cal de Azul. Es muy conocida en Olavarría una anécdota sobre Colombo, que también ha recogido en su libro el Dr. Estanislao Zeballos. Como creo que resultará de interés para ilustrar al personaje y, además, conocer las dificultades y penurias de estos pioneros en su constante lucha para progresar y sobrevivir en estas tierras, transcribiremos del libro este suceso con el agregado de algunos párrafos. 

  Nos cuenta el Dr. Estanislao  Zeballos,  de su conversación con Eulalio Aguilar, uno de los primeros pobladores de la zona, quien llegó a ser juez de paz y presidente de la primera Corporación Municipal, lo siguiente: 

"¿Ve Ud., doctor, aquél rancho al pie de los cerros de San Jacinto? me decía. -Lo veo.

Pues ahí vive un italiano (A. Colombo) que en 1875 vino a poblar y fue rodeado por los indios. El pobre estaba perdido, cuando se le ocurrió atar una segadora Wood al caballo y cargar a los bárbaros haciendo funcionar los brazos y cuchillas de aquella máquina. 

Los indios huyeron espantados y no volvieron a acercarse al indomable colono. Más allá, se ve una casita de zinc, ahí vive un francés, que en la misma época se salvó de los indios por su serenidad. Iba a refugiarse en Olavarría, cuando fue sentido y acosado; pero amenazando a los indios con un fusil roto, les infundió temor y salvó su vida.

En cambio, doctor, ¡cuántos cautivos, cuántas madres deshonradas, cuántos vecinos inmolados! ¡Nuestra vida ha sido, del más horrible martirologio! ".7
 


Segadora sistema Wood, posiblemente similar a la utilizada por Ambrosio Colombo

  Ambrosio Colombo se trasladó luego a Sierras Bayas, donde instaló hornos de cal y fundó la empresa La Confianza. 


Ambrosio Colombo

 En 1880, Mauricio Aust iniciaba, también en Sierras Bayas, la producción de cal. Continuando con la tarea Alfonso Aust,  quien por primera vez en el país fabrica cal hidráulica apagada y pulverizada, con el mismo procedimiento utilizado en Europa.



 Calera de Alfonso Aust

                                              
  En ese mismo año, los señores Antonio Datelli y Adolfo Dávila comienzan con la explotación de canteras en el paraje Loma Negra. En 1886, sus productos obtuvieron medalla de oro en la Exposición de la Industria Italiana, que se realizó en Buenos Aires. En 1917, Antonio Datelli y su hijo Dante, pasan a explotar las canteras en el campo denominado La Providencia. En 1924, la empresa Ferrocarril Sud llevó sus líneas a la cantera.

                          
 Cantera de Datelli

                                               
  En 1885, aproximadamente, inició la explotación de granito en Sierra Chica el señor Martín Gregorini en sociedad con Antonio Occhi.  En Sierra Chica se elaboraban  adoquines, cordones de vereda y lajas. Con los adoquines de Sierra Chica se pavimentaron pueblos y ciudades de nuestro país. Posteriormente continúa la explotación el señor Juan B. Gregorini, a quien sucedieron sus hijos y parientes. Con el granito de estas canteras, muy conocido por su extrema dureza, se revistieron edificios de importancia de la Capital Federal, entre ellos, el Banco de la Nación Argentina y el antiguo edificio del diario La Prensa, y se hizo también  la base del monumento al general Manuel Belgrano, en Génova.
                     
                       
 Cantera Gregorini
                                                                                                                                                                                         
  En 1896, Antonio María Gastón comienza la  explotación de una cantera  en Cerro Negro, continuando sus hijos con la elaboración de cal, explotación que años más tarde anexó ladrillos y tejas cerámicas, y se transformó en la empresa Cerro Negro S. A. 
  
Cantera de Antonio Gastón

 Paraje La Providencia.  En 1915, Juan Bilotto comienza la explotación de una cantera con el nombre de Nueva Cantera Olavarría, siendo la primera en incorporar un malacate a motor para traccionar a las vagonetas cargadas de piedras, reemplazando en la tarea a los equinos. 

Cantera de Juan Bilotto
                                     
  En 1919 se inicia en Sierras Bayas la industria del cemento portland, con la Compañía Argentina de Cemento Portland San Martín, siendo en sus inicios, la más grande fábrica de cemento portland de Sudamérica.

   Fábrica de Sierras Bayas
                                        
  En el paraje denominado Loma Negra, en 1926, Alfredo Fortabat inicia la producción de cal y cemento, con la denominación de Loma Negra S. A, transformándose con los años, en una de las más importantes industrias cementeras del país.

  Fábrica de Loma Negra
                                                    
  En 1919, en San Jacinto, se inicia Calera Avellaneda S.A adquiriendo la cantera y hornos de los señores Serrano y Cía., primero fabricando solamente cal, y en 1937 ampliando sus instalaciones para fabricar también cemento. 

  Calera Avellaneda
                                                  
  En 1931, Juan B. Ripoli comienza la trituración de granito con la denominación de Cantera Villa Mónica.

   Cantera Villa Mónica
                                         
  Muchas otras son las firmas y empresas que contribuyeron al desarrollo industrial del partido, mencionaremos algunas de las más conocidas: Luis Arata, con la fábrica de cal La Victoria; Pablo y Luis Campagnale, con la empresa La Libertadora, Lettieri y Veyrand, con Calera Argentina; y Sucesión María L de Ginocchio, con La Mejor de las Mejores, en Sierras Bayas.

Es muy cierto, que habré omitido en esta lista a muchas empresas y personas que se dedicaron a la industria de la piedra en el partido de Olavarría, pero no es el objeto de nuestro trabajo la historia y el desarrollo de esta industria.
 
CANTERAS PIATTI-CERRO SOTUYO

  El primero de los Piatti en llegar a estas tierras, que se dedicó a la explotación e industrialización de la piedra, se llamó Grazioso Piatti, italiano, oriundo de la región de los lagos en la Lombardía. Se estableció en el año 1886 en un lugar cercano a Sierras Bayas, dedicándose de inmediato a la fabricación de cal y al comercio instalando un almacén en la zona de Cerro Sotuyo. 
  En 1907, Piatti instaló una cantera de granito en el paraje denominado Cerro Sotuyo.   Lugar que dista de Olavarría 32 kilómetros y se encuentra cercano a Sierras Bayas, y según una versión: "lleva ese nombre porque allí, en su parte más alta, residía un paisano con ese apellido".






 Gracioso Piatti 
                                                      
  Poco después, Piatti y su yerno Domingo Brignoni, natural de Suiza,9 forman una sociedad para continuar con la explotación de la cantera de granito,  con el nombre comercial de Piatti-Brignoni. 
   De esta firma, que nos dejó como testimonio de su existencia las fichas con su nombre, no tenemos certeza del período que funcionó con ese nombre comercial.  Para  1910, Piatti ya aparece asociado con Colombo y otros, según vemos en el siguiente documento. 




  Las fichas se emitieron en valores de 5,10, 20 y 100, y se cree que representaban centavos de aquella época. 

  Con estas fichas se abonaban a los obreros parte de sus jornales, y para rescatarlas funcionaba un almacén de propiedad de la firma cerca del lugar de la cantera, que vendía a los obreros diferentes productos aceptando las fichas como medio de pago 10. Según testimonios 11, las fichas eran aceptadas también por los negocios de la zona aledaña. 
  Finalizada la sociedad Piatti-Brignoni, Grazioso Piatti continuó con la explotación de la cantera incorporando a su hijo mayor Pedro, y posteriormente se incorporan a la sociedad sus hijos Domingo y Carlos.
  En poco tiempo la empresa adquirió una importancia tal, que en sus explotaciones industriales llegaron a trabajar 500 obreros picapedreros. 
  Los productos obtenidos se trasladaban en carro desde Cerro Sotuyo hasta Sierras Bayas, y desde allí se embarcaban en ferrocarril hasta Hinojo.
 Con la instalación de un ramal del Ferrocarril Sud hasta la empresa, se incorpora  una trituradora de granito, siendo la primera en el partido de Olavarría.
 Fallecidos los señores Grazioso y Pedro Piatti, se constituye la sociedad Piatti Hnos, compuesta por los hermanos Domingo, Carlos y Santiago Piatti.
 Pocos años después, la firma Piatti Hnos inició la explotación de una cantera en las cercanías de Dufaur, con el nombre de Aguas Blancas, empresa que cesó aproximadamente en el año 1954.
                                                
  Los escritorios de la firma para la comercialización de sus productos se instalaron en Buenos Aires, primero en la calle Vieytes 490, y posteriormente en Patagones 839 y Maipú 231.




 La cantera se dedicó a la producción de adoquines, cordones, granitullos, bloques, y trotadoras (piedra rectangular de 40 x 60 aproximadamente, que se usaban en los caminos para el uso del caballo, de allí su nombre). Sobre los procedimientos de producción en esa época, nos cuenta al respecto el Ing. Horacio Piatti 12: "Los frentes de cantera que se explotaban, se buscaban a fin de encontrar la piedra que mejor se pudiera tallar, cortar, etc. Esos frentes eran de poca altura, y ésta era proporcional a la medida de lo que se quería producir. Se trabajaba con pólvora exclusivamente, porque así se podía conseguir pequeños bloques de piedra con medidas proporcionales al producto que se quería obtener. Luego, los picapedreros lo iban cortando hasta las medidas definitivas y se lo martelinaba 13, es decir, con herramientas adecuadas se trabajan las superficies para que quedara lo más redondeado posible, y así con los otros productos".
  La firma Piatti Hnos trabajó varios años sin problemas, pero debido a divergencias personales entre los hermanos Piatti, se decidieron a alquilar la cantera a una firma constituida por los señores Troncoso y Beccar Varela, que termino pocos años después en quiebra. 
  La cantera estuvo cerrada alrededor de 5 o 6 años, y al cabo de ese tiempo reiniciaron la explotación los tres hermanos Piatti. A partir del año 1946, aproximadamente, se asociaron con una firma de Buenos Aires de los señores Solari y Bacigalupi, y al mismo tiempo, los hermanos Domingo y Santiago Piatti le compraron la parte a su hermano Carlos. 
  Nos cuenta Horacio Piatti: "Así, desde el año 1946 hasta el año 1997, la cantera trabajó sin problemas y aumentando la producción con la adquisición de nuevas maquinarias hasta convertirse en la cantera de mayor producción bajo la dirección, primero del Ing. Santiago Piatti y luego por mí".
  En ese mismo año, el Ing. Horacio Piatti deja el cargo de presidente de la empresa, y al año siguiente vende su parte a los actuales directores. 




Fichas de Canteras Piatti-Brignoni


ANVERSO: En el campo,  en cuatro  líneas  horizontales, donde la primera  es  semicircular,   la  segunda  es  horizontal y  la tercera y cuarta son curvas,  la leyenda:  PIATTI  y  BRIGNONI / ( ornamento ) CANTERAS / “CERRO SOTUYO" ( ornamento)/ HINOJO(*). 
Gráfila de granetería. Borde Resaltado.
REVERSO: Ocupando todo el campo, el número 5, 10, 20 y 100, rellenos en azur.   Gráfila de granetería. Borde  resaltado  
Metal: bronce
Colección: A.H.S.M

  El grabado en una de sus caras, de Cerro Sotuyo- Hinojo, es porque así se llamaba el desvío ferroviario que  unía a ambas localidad, distantes 14 kilómetros entre sí.

LOMA NEGRA

  Luciano Fortabat nació en Mauleón, pueblo de Francia cercano a los Pirineos, en 1854.     En 1871 llega al país a la edad de 17 años y se instala en la ciudad de Azul, provincia de Buenos Aires, para trabajar de maestro, donde existía una importante colectividad francesa. En Azul es contratado como profesor de las hijas de Pedro Pourtalé, un rico estanciero de origen francés. Es así como conocería a su esposa Elena Pourtalé, hija de Pedro, con quien se casaría en 1888 y tendrían cinco hijos: Juan Isidoro Aquiles, Pedro Jorge Silvestre, Luciano Carlos, Enrique Pablo  y  Alfredo. Muy pronto Luciano lograría comprar los campos denominados Blanca Chica y San Jacinto, en el partido de Olavarría, este último, muy rica sus tierras en caliza, caolín y piedra granítica. A los que se agregarían después los campos de San Luciano y Santa Elena. A finales de la década de los 80 del siglo XIX, arrienda una parte de sus tierras a Carlos Landi, quien establecería una cantera de cal y piedra, con el nombre de San Alfredo. Dedicado a la producción agrícola ganadera, crearía en 1915 la cabaña de reproductores bovinos denominada San Jacinto.      Años después, su hijo Alfredo fundaría la conocida cabaña Don Alfredo.
 En 1918, Luciano Fortabat se haría cargo de las canteras de cal y piedras graníticas ubicadas en sus campos de San Jacinto. De activa participación en la sociedad que le toco vivir, Luciano Fortabat se desempeñó como alcalde del Cuartel 3º, presidente del Consejo Escolar, integrante del directorio del Banco de Azul, e integró una lista como candidato en una de las facciones del Partido Radical. Para el año 1920 se había retirado a Francia, donde el 30 de abril de 1924 fallece en su residencia. Como dijimos, los campos de San Jacinto muy ricos en minerales, fueron el motivo para que los Fortabat iniciaran, en 1924, la construcción de una fábrica de cemento. En octubre de 1928, arribó a Buenos Aires el primer cargamento de cemento de la fábrica Loma Negra para la firma Cattaneo. Poco después de 1930, Alfredo Fortabat, el menor de los hermanos, lograría rescatar casi todos los bienes de la familia que habían quedado muy comprometidos con la caída del Banco de Azul. Alfredo Fortabat había nacido en Azul, el 13 de mayo de 1894. Completó sus estudios en Francia, en el Liceo Carnot y la Sorbona de París. En 1915 regresó a la Argentina, dedicándose junto a su padre y hermanos en las tareas de agricultura y ganadería. En agosto de ese mismo año se embarcó a Francia, para alistarse al ejército francés denominado Por la Patria. En 1919 se encontraba nuevamente en Olavarría, trabajando junto a sus hermanos en los negocios de su padre. Casado con Elisa Corti Maderna, años después, en 1951, se casaría con Amalia Lacroze, quien quedaría a su muerte, el 16 de enero de 1976, al frente de todos los negocios. 
  La empresa Loma Negra bajo la conducción de Alfredo Fortabat, primero, y Amalia Lacroze después, fue tomando un gran impulso transformándose con los años en un emporio de la industria del cemento. A la primitiva fábrica se fueron agregando otras: Frías (1937), provincia de Santiago del Estero; Barker (1954), en el partido de Juárez, provincia de Buenos Aires; San Juan (1962), en la provincia homónima; Zapala (1970), en la provincia de Neuquén; El Alto (1981), en la provincia de Catamarca, y por último, L'mali (2001), a pocos kilómetros de la primera fábrica de cemento Loma Negra, en Olavarría 14       


  Ficha de Loma Negra
                                   
                                  
ANVERSO: En el centro del campo de forma octogonal, el emblema distintivo de la empresa Loma Negra.
Sin gráfila. Borde liso.
   
 REVERSO: En campo liso, en dos líneas horizontales: F. RA (abreviatura de fraccionadora)  / CAL  o F. (fábrica). RA (República Argentina) / CAL
 Sin gráfila. Borde liso.    

Canteras Villa Mónica

  La explotación de la cantera Villa Mónica se inició en 1931, siendo la primitiva firma propietaria Juan B. Rípoli y Cia.
Ubicada a la altura del Km 280 de la ruta 226, desde sus comienzos se dedicó a la extracción, proceso y comercialización de granito triturado.
  En el término de pocos años, el paraje se fue transformando en una villa en constante progreso. Los habitantes del lugar contaban con una proveeduría y un club social y deportivo denominado Villa Mónica.
En la década de 1980, la cantera cesó su producción. A partir del año 2000 se hace cargo de la cantera  la firma Adolfo Guerrico S.A., grupo de origen italiano.
  El fundador de la Cantera Villa Mónica, Juan Bautista Rípoli, nació en Olavarría el 14 de enero de 1891. Fueron sus padres Joaquín Rípoli y Cornelia Zárate. 
Casado con Eva Cattaneo, tuvieron una hija, Eva Juana. Activo militante en la Unión Cívica Radical, fue senador por la provincia de Buenos Aires, presidente del Comité de la UCR de Olavarría; secretario de la municipalidad; comisionado municipal y concejal. Participó en diversas instituciones sociales y deportivas de Olavarría. Presidente fundador del Foot Ball Club Olavarriense; presidente de los clubes Español y Social; vicepresidente del Centro Comercial e Industrial.
  Fue uno de los fundadores de la fábrica de herramientas Esmesu, y de una fábrica de piquelado y curtiembre. Se desempeñó como presidente de la Cámara de la Piedra de la provincia de Buenos Aires

Ficha de Cantera Villa Mónica

                      
                         
ANVERSO: En el centro del campo, el número 40. En la parte inferior, el emblema de la Cantera Villa Mónica, formado con las iniciales CVM. En la parte superior, agujero para col­gar. Sin gráfila. Borde liso.
REVERSO: Liso
METAL: Bronce
MEDIDAS: 30 mm

  Sobre esta ficha  carecemos de información, respecto al motivo de su fabricación. Suponemos, por cómo ha sido fabricada y el agujero para colgar, se trate de una ficha para identificar alguna pieza ubicada en un sector de la cantera, como por ejemplo: en el pañol de herramientas.

LAS LATAS DE ESQUILA DEL PARTIDO DE OLAVARRÍA
  
  Las primeras ovejas españolas que fueron introducidas por Don Nuflo de Chaves en el Paraguay desde el Perú, en 1550, se admite generalmente, que años más tarde pasaron desde Asunción a Santa Fe en 1573, y a Buenos Aires en 1580, con Don Juan de Garay 15. Poco después, el licenciado Vera y Aragón, introdujo desde Charcas 4000 ovejas que fueron diseminadas en Santa Fe y Corrientes. Aquellos primitivos lanares llegados al Río de la Plata, muy posiblemente de raza merina y churro, a juzgar por su descendencia y el estado de abandono en que se encontraban a principios del siglo XIX, degeneraron en animales de muy baja calidad, según nos cuenta al respecto John Harrat: "Cualquiera que hayan sido las clases de ovejas introducidas por los españoles en esta parte de América, es muy cierto que en el año 1810, cuando principió la revolución que estableció la independencia de este país, quedaban poco vestigios de animales finos, y podemos considerar las ovejas de esa época como silvestres o quizás peores" 16. En 1823 llegó al país el primer cónsul Británico Sir Woodbine Parish, quién fue un impulsor del ganado ovino, años más tarde, en 1839, publicó un libro donde nos cuenta: "A mi llegada a Buenos Aires en 1823, la lana de las majadas de Buenos Aires no valía la pena limpiarla; y en cuanto a la carne habiendo tanta abundancia de la de vaca, no debe extrañar que nadie la comiese"17.
  En 1813, Mr. Thomas Lloy Halsey trajo de España a través de Portugal 35 lanares de raza merina, que fueron trasladados a la estancia Alto Redondo, en el actual partido de Morón, fundando así la primera cabaña argentina, que terminó desgraciadamente con un incendio. En un viaje de Rivadavia a Europa, en 1824, hizo importar 100 merinos de España y 30 reproductores South-Down. Al año siguiente, Pedro Sheridan, Juan Harrat y Tomas Whitfield, se asociaron para fundar una cabaña con el nombre de Los Galpones, a cuyo frente pusieron al escocés John Hannah, uno de los hombres más competentes en la cría y refinamiento de ganado ovino. La raza merina, llamada también en Francia "Rambouillet" y en Alemania "Negrette", fue la primera que se crió en forma racional en el país . La raza inglesa Lincoln se introdujo aproximadamente en el país en 1862, sus lanas son más largas, siendo en el censo de 1937 la raza ovina más difundida, con 92.949.583 cabezas diseminadas en 45.000 establecimientos. A partir de 1915 llega al país desde Nueva Zelanda la raza Corriedale. Intensificando su producción a partir de 1931, se convirtió en la raza más importante en el sur de la Patagonia. "En el quinquenio 1850-1855, en cada partido del norte, oeste y sur de la provincia de Buenos Aires existían ocho o diez criadores de ovejas. "Los animales que en 1852 se cotizaban a dos pesos, cinco años después valían 30 y 35 pesos".18 En el censo ganadero llevado a cabo en la provincia de Buenos Aires, en 1930, el partido de Olavarría ocupaba el primer lugar en cantidad de lanares, con 635.889.
  Sabido es que la tierra y el ganado fueron los recursos esenciales que contribuyeron a la riqueza de la provincia de Buenos Aires. En la época del Virreinato del Río de la Plata la campaña producía cueros para la exportación y carne para el consumo urbano. Años después de la independencia, los cueros vacunos y carne de tasajo producto de los saladeros, constituía la principal exportación de la Provincia. 
  Hasta la década del 30 del siglo XIX, pocos consideraban a la cría de ovejas como un aspecto importante de sus actividades rurales. El ganado ovino se incorporaba como complementario del ganado vacuno. 
 Gradualmente, algunos hombres de origen mercantil e inmigrantes con algún capital reunido fuera del mercado rural, mayoritariamente de origen británico, entre los que podemos mencionar a Gibson, Harrat, Oldendorí, Sheridan, Duggan, Casey, y Halbach, comenzaron a criar y promover el desarrollo del lanar en la Provincia 19. Poco después de la primera exportación de lanas a Francia, en 1842, es cuando se inicia una constante evolución en la cría de ovejas y la producción de lanas. Los registros de aduanas, desde 1850 a 1866, revelan un aumento continuo en la exportación. Exportación que, a partir de 1869, comenzó a verificar altibajos como consecuencia de las crisis industriales y conflictos mundiales. La introducción del ovino no produjo grandes cambios en la organización de la producción lanar. Las estancias de la época dedicadas al ganado ovino eran de variada extensión, pudiendo llegar algunas hasta las 30.000 ha. La capacidad de carga de ovejas por hectárea se estimaba entre tres y cinco, de acuerdo a las condiciones naturales de la tierra y las mejoras introducidas. El propietario de la estancia ejercía generalmente el control sobre todo el proceso de producción, participación efectiva que variaba en cada caso, de acuerdo a la extensión de la propiedad y la nacionalidad, según nos cuenta Daireaux: "Los dominios criollos están regularmente administrados por mayordomos, en tanto los extranjeros los administran por sí propios".20
  Para el funcionamiento de las estancias se contaba con mayordomos, capataces, peones y sirvientes, pastores a cargo de los puestos y los trabajadores estacionales y ocasionales.   En ciertos casos, en los grandes establecimientos, se empleaba un segundo mayordomo, un tenedor de libros, y hasta un pulpero si había negocio dentro de la estancia. Hasta la introducción del sistema de potreros, producto del uso intensivo del alambrado 21  hacia finales de la década del 70 del siglo XIX, la producción se desarrollaba mediante puestos situados en los puntos más elevados y en la linde del dominio; ubicados a un kilómetro aproximado uno del otro: "El puesto se compone de dos piezas a las que da entrada una puerta; las ventanas son allí raras, si no desconocidas; además hay un corral cercado de abeto con claraboya, donde los carneros pasan la noche para salir por la mañana. En un cuadrado de cincuenta metros es suficiente para alojar allí dos mil carneros...". 
  El habitante de los puestos es por lo general medianero, posee la tercera parte de su rebaño, y cuida del resto por cuenta del propietario, a veces arrendatario, y muy pocos puesteros asalariados.22 
 La casa principal de la estancia es el centro de la explotación, y varía generalmente de tamaño según la importancia de la explotación, donde hay plantaciones de paraísos, acacias, álamos, sauces, y a veces también, montes de duraznos. Muy cerca se encuentran los galpones y techados donde se realizará la esquila y se almacenará la lana, y el lugar donde se deberán sumergir a las ovejas en una solución especial, generalmente dentro de los veinte días después de la esquila, con el fin de curarlas de la sarna. En todas las estancias se criaban yeguarizos indispensables para las tareas en el campo, que variaba en cantidad de acuerdo al tamaño de la explotación. 
 Además de la esquila, de la que nos ocuparemos de describir más adelante, había que seleccionar a los animales que serían sacrificados y a los que serían vendidos. La parición de los corderos, la marcación que se realizaba cuatro o cinco semanas después, y luego la castración, representaban los acontecimientos más importantes en la vida de la estancia. 
  Se denomina esquila del ganado ovino a la acción de cortarle la lana, trabajo que se realiza normalmente una vez al año, aproximadamente desde fines de setiembre a fines de noviembre. 
 En su viaje por estas tierras, en 1855, nos informa el chileno Vicuña Mackenna : "El señor Fabián Gómez nos ha informado que fue uno de los primeros a quien se le ocurrió trasquilar sus ovejas de modo sistemático (1834) para vender la lana, lo que le valió el apodo de lechero, sinónimo de avaro que es el mayor insulto entre los caballerescos gauchos" 23 En la provincia de Buenos Aires, la esquila era motivo de verdaderas fiestas. Trabajaban por igual hombres y mujeres, dando motivo a bailes, carreras cuadreras, domas, jugadas de taba y naipes, guitarreadas, cantos y payadas. Los propietarios de las majadas convenían el trabajo de esquileo con los puesteros y personal propio, o con una comparsa de esquiladores, de acuerdo a la cantidad del ganado ovino. La comparsa de esquiladores recorrían la región y se dirigían a la estancia convenida provistos de los denominados vicios: tabaco, papel para armar cigarros y yerba. Designado un encargado, el personal elegía el espacio o playa donde se desarrollaría el trabajo. Las ovejas son encerradas en un corral grande, y posteriormente en uno más pequeño denominado brete. Las grandes estancias y establecimientos de importancia dedicados a la ganadería ovina, por lo general, contaban con galpón y playa para la tarea; si no, se esquilaba generalmente bajo la sombra de un techado o alguna ramada.   Además de los que cumplían con la tarea de esquiladores había: agarradores, envellonador, " médico", latero, afilador, cocinero y cosedor de lienzos.
 Una vez encerrados los animales, los primeros los van agarrando uno a uno, lo voltean y manean mediante un nudo que los inmoviliza, atándoles con una lonja las dos patas juntas y una mano. De inmediato, el peón esquilador procede a cortarle la lana dejando el vellón armado y soltando el animal.
  La mejor lana se obtenía de la parte superior de las costillas, espalda y base del pescuezo. La más inferior se saca de las patas, nalga, barriga y cola. Se llama lana dulce a la más firme y delicada de todas, lana borrega a la que no formaba vellón, y lana madre a la obtenida de ovejas adultas. Se suele decir que, un invierno seco produce una lana delgada, un verano seco una lana sucia, y una primavera lluviosa una lana limpia. El envellonador acude al grito de vellón, y tiene la tarea de envolver el vellón recién obtenido, para después con la colaboración de otro peón completar la capacidad de un lienzo que, anudado por las cuatro puntas o cosido, alcanzaba a pesar de 80 a 100 kilos. 
  Si por cualquier motivo el animal se lastimaba, el esquilador llamaba al grito de ¡médico!, quién acudía provisto de un hisopo, generalmente de arpillera, para aplicar algún desinfectante en la herida.
  El esquilador, terminado el esquilado del animal, lo suelta y al grito de "lata, lata" llamaba al designado como "latero", quien le entregaba o depositaba en una caja o tacho una lata que portaba en una bolsita en retribución por la tarea. Por cada oveja esquilada, el esquilador recibe una lata del valor de un vellón, y por la esquila de un carnero el doble. Al finalizar el día de trabajo, el esquilador canjea las latas chicas por las latas grandes que representan 10, 25, 50, 100 o más vellones:" Los esquiladores del siglo XIX pelaban de 70 a 100 animales por día, considerados como hombres de muy buena cintura, dado que la tarea se cumplía en cuclillas. Se pagaba por cada animal esquilado, de 0,07 a 0,10 centavos y con posterioridad 0,20 centavos" 24. El afilador, con una piedra de agua cuidaba el filo de las tijeras, operación que también hacía el propio esquilador en sus ratos libres.


     La esquila - Acuarela de Juan León Palliere (1823-1887) 
                     
 Terminada la esquila, las latas se canjeaban por la cantidad de dinero que representaban. En muchas ocasiones, las latas tenían valor adquisitivo en las pulperías y comercio de la zona, donde el propietario era conocido, quien las rescataba abonando con dinero su valor.
  En el transcurso de los días que duraban los trabajos de esquila, con frecuencia se interrumpían por la lluvia. Los animales tenían que esquilarse completamente secos, para evitar que la lana al apilarse con humedad no corra el riesgo de arderse. Al finalizar la jornada o cuando por lluvia se interrumpían las tareas, éstas eran aprovechadas por los esquiladores para jugarse las latas al monte o a la taba, juegos a los que gustaban los criollos en general: "Alrededor de una matra (*) que tendían en el suelo y alumbrados por un candil de sebo, se pelaban las latas. Lástima daba ver como algunos de ellos perdían el fruto de su trabajo y al terminarlo se encontraban más "despilchados" que cuando empezaron” 25 
  Al término de la esquila, los esquiladores eran obsequiados por el dueño de la estancia o de las majadas con un gran almuerzo. Participaban hombres y mujeres de la comparsa, personal del establecimiento y también la peonada y colonos de las estancias vecinas. Asado con cuero, puchero, guiso, empanadas, vino y como postre dulce y queso, constituían generalmente los platos del almuerzo. 
  No faltaban los bailes en pareja, y los guitarreros y acordeonistas para amenizar las fiestas. Aprovechando la ocasión, la fiesta daba lugar para las carreras de caballos hasta la puesta del sol, y también para el juego de la taba.

 Las marcas y señales  en el ganado

 La marcación del ganado, sistema introducido en América por los conquistadores, primero aplicado a las cabalgaduras, y posteriormente a la hacienda mayor, consiste en un hierro con cabo de madera cuyo otro extremo tiene un dibujo, diseño o signo, que calentado al rojo se aplica por lo común en el cuarto trasero del ganado mayor. La marcación del ganado configuraba un acto de pertenencia y servía para individualizar al propietario de la hacienda.

   En 1576, por primera vez en el Río de la Plata, se registraron marcas de ganado en las actas capitulares de  Santa Fe peticionada por  don Francisco de Sierra. En Buenos Aires, el primer registro de marca fue solicitado por el capitán Francisco de Salas Vidella en reunión celebrada por el cabildo el 19 de mayo de 1589. 
 La primera marca para el ganado equino se concedió al general Juan de Torres Navarrete, el 21 de agosto de 1579. El 11 de setiembre de 1606, el Cabildo en acuerdo, dispone: "que se pregone que nynguna persona de nynguna condición y estado que sea, aunque sean los obligados no maten ny vendan res alguna a persona, si no fuese hincada o señalada de su hierro o señal so pena de seys pesos y la carne para el denunciador".
  El 27 de junio de 1838, Rosas, con el objetivo de obtener ingresos fiscales y depurar el registro de marcas, decreta varias disposiciones de las que transcribiremos algunas: Art.1º. “Dentro de los quince días de este decreto, los hacendados y labradores residentes en la ciudad, renovarán sus boletos de registro, y los de la campaña dentro de los tres meses". Art. 5 "Todo propietario de ovejas, de trescientas para arriba, sean de la clase que fuere es obligado  en las fechas prevenidas en el artículo 1º y en lo sucesivo según este decreto, a tomar marca para ellas, aun cuando no use más de una señal". Después de Rosas, el 28 de enero de 1858,  se dispone que cada juzgado de paz tenga un archivo parcial de marcas (de las de su jurisdicción), sin perjuicio del Archivo General de la Provincia. El 15 de abril del mismo año, se deroga el Artículo 5º de la disposición de 27 de junio de 1838, que obligaba a los propietarios a tener marca para sus ovejas.               

 El 18 de octubre de 1859 se dispone la renovación total de las marcas en el Departamento General de Policía, en el término de seis meses a contar del 1º de enero de 1860.
   El Código rural de la provincia de Buenos Aires,  promulgado en 1865, el primero de la Provincia, le dedica una parte y ordena a las marcas, contramarcas y señales, algunos de sus artículos dicen: 17.  "La marca indica y prueba acabadamente y en todas partes la propiedad del animal u objeto que la lleva".18."Todo dueño de ganado mayor, vacuno, yeguarizo, etc., puede usar para marcarlo, de más de una marca en un mismo partido.66."Ningún dueño de ganado menor u ovejuno, está obligado a usar marca de fuego, pero sí lo de usar una señal en cada majada, y podrán hacerse en la señal pequeñas incidencias, a fin de indicar pequeños grados del refinamiento de las cruzas".68. "La señal se hará en la quijada, en la frente, en la oreja o en la nariz del animal". 76." Cada municipalidad, y a falta de ella cada juzgado de paz, llevará un registro de las señales existentes en el partido, con su competente índice de los dueños por apellidos".
  Sancionado el Código Rural se dictaron algunas disposiciones,  tales como la de 17 de octubre de 1881,  sobre el modo de efectuar las hierras (lugar donde se marcará, tamaño de la marca, etc.)

 Podríamos decir, que así como el ganado vacuno y el yeguarizo se marcan, el lanar se señala. Los dos procedimientos constituyen para el propietario de la hacienda un acto de similar significado y trascendencia.   La señal se aplica a los lanares mediante cortes y perforaciones en las orejas. Estas señales consisten en muescas o cortes,  por lo común, en una u otra oreja o en ambas de distintas formas, antiguamente hechas con cuchillo, y actualmente con instrumentos veterinarios.  

 Es evidente, que las señales aplicadas a las ovejas por el emisor de las latas solo representaban un sistema de identificación, cuando en realidad, en las latas de esquila se quería individualizar al propietario. Qué mejor entonces, que grabar en sus improntas  las marcas del ganado mayor, porque: "además de sus aspectos e implicancias jurídicas, administrativas y prácticas, representaban para el ganadero una suerte de emblema, de escudo o armas personales"26.  
  Las marcas, que el emisor de las "latas" les grabó en sus caras, en muchas de ellas como un único elemento, nos permitirán  poder individualizar  al emisor y su procedencia.  Para poder clasificar a las latas de esquila, en parte dependerá de los elementos que se encuentren grabados en sus improntas, siendo  de gran importancia como dijimos, que contengan la marca del emisor, y no siempre nos será posible determinar con cierta exactitud la pertenencia o no a un partido determinado de la Provincia. Tendremos que recurrir a los registros locales de marcas y al de la Provincia, y considerar, además, a los  nuevos partidos que se fueron creando en la Provincia con partes de uno u otros, a la fijación  y modificaciones de sus límites, y a los mapas rurales de cada partido.  
 Hallaremos dificultades con aquellos campos que, de un mismo propietario, abarcan   diferentes partidos. Si bien es norma general, que la ubicación del casco principal de la estancia o establecimiento nos indicaría la pertenencia a un determinado lugar, no siempre la marca del propietario se encuentre registrada en ese lugar. En nuestra clasificación de las latas de esquilas  pertenecientes al partido de Olavarría, hemos examinado el registro local de marcas y el provincial, además de verificar la pertenencia del propietario al partido con los mapas rurales. En aquellos casos de latas de esquilas en las que se grabaron  marcas no registradas en el partido, pero en sus improntas se grabó, además, el nombre de alguna  localidad que pertenece al partido de Olavarría, así las he considerado,  por la decisión del emisor de la lata de esquila de grabar en una de sus caras su procedencia, independientemente del lugar en que registró la  marca.
 Hasta aquí, una descripción general sobre las marcas y señales, para conocer las diferencias y sus aspectos históricos y jurídicos, y señalar la importancia que tienen las marcas en las latas de esquilas, para lograr la identificación del emisor.
  Estas fichas, denominadas vulgarmente con el nombre de latas", evidentemente originado por el material del que estaban construidas las más antiguas, se utilizaban en forma generalizada en toda la provincia de Buenos Aires.
  Usadas como contralor de la esquila y como retribución por el servicio prestado, no se ha podido  establecer con precisión  desde cuando se utilizan. En nuestra búsqueda de antecedentes, que nos permitan determinar una fecha aproximada, pudimos encontrar algunos relatos sobre la esquila de ovejas en el siglo XIX, por  viajeros que visitaron  nuestro país y de personas que se dedicaron a las actividades rurales en la Provincia, en general, realizados por extranjeros.  Una de las primeros relatos sobre la esquila la encontramos en el libro de  Benjamín Vicuña Mackenna, chileno, quien visitó estas tierras en 1855, y nos hace un breve relato sobre el trabajo de la esquila en la provincia de Buenos Aires, sin mencionar en el mismo el uso de las "latas", que transcribiré  por considerar que contiene ciertos datos de interés. En una de las partes, dice así:   " La trasquila tiene lugar en octubre y se paga 1 peso por cada 100 vellones, pudiendo los operarios cortar 40 o 50, si son mujeres y de 50 a 60 los hombre. La lana se lleva al mercado en vellones y el comprador industrial es el que surte las calidades y las enfarda para la exportación, que generalmente es Francia e Inglaterra. La lana es todavía muy sucia y tosca, porque hay muchos abrojos que la desgarran. La enfermedad de los piriguines28 produce también grandes estragos, pero a pesar de esas desventajas, pocos países hay más aparentes para la industria pastoril que estas grandes praderas, abundantes en pastos y aguadas"27.
 Años más tarde, en 1866, Wilfredo Latham 28 nos brinda también un breve relato sobre la esquila de similares característica, sin hacer mención como el anterior de  las "latas" de esquila.   Es en  1868, donde  encontramos dos  relatos pormenorizados sobre la esquila de ovejas, y se  mencionan el uso de las "latas" como un elemento de contralor y retribución. Uno, de  Williams P. Nimmo , donde nos dice en una parte de su relato: "El patrón, se movía silenciosa pero vigilantemente en medio de la pequeña multitud, dando una tarja por cada vellón, escuchándose gritos de "lata, lata, patrón" por encima del tintineo de las tijeras y de las voces de hombres y mujeres..." 29. Y el otro, de Richard Arthur Seymour,  que dice así: "Los esquiladores, a medida que terminaban con cada oveja iban dejando levantar y marcharse, mientras gritaban: -Lata o Vellón, según fuese el caso. Lata significa la chapita de metal que se entrega a cuenta de cada vellón extraído y recibe este nombre porque generalmente está hecha de un pequeño trozo de lata, con la marca estampada en el centro. La distribución de las latas está a cargo de uno de los patrones, quien naturalmente, antes de darla, se fija si los vellones son alzados del suelo por el peón designado para recogerlos y depositarlos sobre la mesa, donde se enrollan y atan. No es conveniente encargar a un novicio esta operación, ya que de fijo sería engañado por los esquiladores, afectados a toda suerte de astucias y triquiñuelas, como la de presentar un vellón dividido en dos porciones"30Así, posterior a esta fecha, podemos encontrar  otros relatos sobre la esquila donde se mencionan el uso de las "latas" como un elemento habitual de contralor y retribución de la tarea 31 

Latas de esquila del partido de Olavarría.

   Juan Ignacio Gurruchaga
                          
                                                            
ANVERSO: En  el centro del campo, una marca (Juan Ignacio Gurruchaga). En semicírculo, en  la  parte inferior, las iniciales: J  I  G
REVERSO:*Liso
METAL: Hojalata                        
MEDIDAS: 27 mm y 37 mm                   
NOMBRE DEL ESTABLECIMIENTO: San Ignacio y La Eugenia, cercanos a la Estación Iturregui.
MARCA: Nº 598
Colección: A.H.S.M
La Carmelita de Herrera Vegas
                        
                                
ANVERSO: En el centro del campo, una marca (Rafael Herrera Vegas). Leyenda semicircular superior: BLANCA GRANDE, e inferior: " LA CARMELITA”. Ambos conceptos, separados por granetes.
REVERSO: Ocupando todo el campo, los valores 1, 25 y 50, cargados de azur. Gráfila de granetes.
METAL: Bronce
MEDIDAS: 23 mm, 31 mm y 34 mm
NOMBRE DEL ESTABLECIMIENTO: La Carmelita, cercano a la Estación Blanca Grande.
Colección: A.H.S.M y R.H.

     Estancia La Carmelita


                        Rafael Herrera Vegas     

 La estancia La Carmelita tenía una extensión de 16.200 hectáreas. 
 Su propietario, el doctor Rafael Herrera Vegas, de origen venezolano, era un renombrado médico en su país. Estaba casado con Carmelita Palacios Vega, que fuera sobrina del prócer venezolano Simón Bolívar. En Venezuela, su familia al igual que otras sufre los ataques de partidarios del caudillo Antonio Guzmán Blanco. Poco después fallecería su esposa de fiebre puerperal, al nacer su segundo hijo Marcelino, y es entonces cuando decide emigrar al Brasil. Allí es reclutado para una misión asistencial a Buenos Aires, que sufría la terrible epidemia de fiebre amarilla; llegando a nuestro país en 1871 junto a sus dos pequeños hijos Rafael y Marcelino. 
 En nuestro país adquirió y fundó varios campos en la provincia de Buenos Aires. La Carmelita, cuyo nombre se debe a su esposa fallecida, estaba ubicada cerca de la Estación Blanca Grande.

  Juan Esteban Coronado    
                                                  
ANVERSO: En el campo, una marca  (Juan Esteban Coronado) y el valor (50), en el vale.
REVERSO: Liso
METAL: Bronce
NOMBRE DEL ESTABLECIMIENTO: Porrazo Chico, cercano a la Estación Pourtalé.
MEDIDAS: 28 mm y 39 mm
MARCA: Nº 778
Colección: A.H.S.M


 Victoria M. de Nazar
                            
                                 
ANVERSO: En el centro del campo, una marca (Victoria Miguens de Nazar)
REVERSO: Liso
METAL: Bronce

NOMBRE DEL ESTABLECIMIENTO: La Victoria, cercano a la Estación Espigas.
MEDIDAS: 27 mm
MARCA: Nº 1.378, del registro local de marcas 
Colección: R. H

María Victoria Miguens Basabilbaso , heredó la estancia de su marido Rómulo Nazar (1837-1892), con quien tuvo tres hijas: Victoria, María Magdalena y Matilde Bernarda del Rosario Nazar Miguens.
 Fue una de las estancias de mayor extensión del partido, con de 16.200 hectáreas, después pasaría a manos de Jorge Born, uno de los socios fundadores de Molinos Río de la Plata. 


      Juan A. Graciarena

                                      
ANVERSO: En la parte media inferior del campo, una marca (Juan Agustín Graciarena).  Leyenda semicircular superior: ARROYO CORTO.
REVERSO: Ocupando todo el campo, la inicial G cargada  de azur.Borde resaltado.
METAL: Aluminio
NOMBRE DEL ESTABLECIMIENTO: Arroyo Corto, cercano a la Estación Muñoz.
MEDIDAS: 22 mm.
MARCA: Nº 814
Grabador: A. N. Bares 
Colección: A.H.S.M        

Juan Agustín Graciarena



 Estancia Arroyo Corto
                                           
   Juan B. Graciarena
                                   
                                 
Juan B. Graciarena


ANVERSO: En el centro del campo, una marca. Leyenda semicircular superior: JUAN B. GRACIARENA. Borde resaltado.
REVERSOS: Ocupando todo el campo, el número 1y 100  cargados de azur.
Borde resaltado. Gráfila de granetería
METAL: Aluminio  
MEDIDAS: 25 mm y 30 mm
NOMBRE DEL ESTABLECIMIENTO: La Horquetas, cercano a la Estación Pourtalé.
MARCA: Nº 516
Grabador: A. N. Bares 
Colección: A.H.S.M     
  
 Existen dos tipos de reversos en las de valor 1, que se diferencian uno del  otro, por el grosor del número 1.

Estancia Las Horquetas
                                             
  Juan Bernardo Graciarena había nacido el 15 de agosto de 1899, era hijo de Juan Agustín Graciarena e Ignacia Berasaín. La estancia Las  Horquetas tenía un extensión de 4.500 hectáreas, divididas en 25 potreros. En el partido de Carlos Pellegrini,  también tenía un campo de 6.000 hectáreas, y una estación del Ferrocarril Sud lleva su nombre en ese partido.  



   Loreura B. de Graciarena                               
                                
                                                                              
ANVERSO: En el centro del campo, una marca (Loreura O. de Graciarena) Leyendas semicirculares,  superior: ESTANCIA, en inferior: ARROYO CORTO. Ambos conceptos, separados por  granetes. Borde resaltado.
REVERSO: Ocupando todo el campo, los valores 1 y 100,  cargados de azur.
 Borde resaltado. Gráfila de granetería
METAL: Aluminio
MEDIDAS: 21 mm y 30 mm 
NOMBRE DEL ESTABLECIMIENTO: Arroyo Corto, cercano a la Estación Muñoz.
MARCA: Nº 2441
Grabador: A. N. Bares 
Colección: A.H.S.M        


Casco de la Estancia Arroyo Corto
                                            


   Arrieu Hermanos
                  
                                          
ANVERSO: En un vellón, en el centro del campo, una marca (Arrieu Hnos), que tiene en su interior las iniciales A (Arrieu)  H (Hermanos), y en el vale,  en la parte media superior, la marca ( Arrieu Hermanos), y en la parte media inferior, el valor 50.  
REVERSO:* Liso
METAL: Bronce 
MEDIDAS: 25 mm y 30 mm                       
NOMBRE DEL ESTABLECIMIENTO: El Recuerdo, cercano a la Estación 16 de Julio.
MARCA: Nº 879 a nombre de Beltrán Arrieu y Nº 2147 a nombre de Arrieu Hermanos. 
Colección: A.H.S.M


   Esteban R. Lasalle
                                          
                                                  
ANVERSO: Ocupando todo  el campo, una marca (Esteban R. Lasalle).
REVERSO: En todo el campo, una marca o  monograma.
Colección: A.H.S.M
METAL: Zinc
MEDIDAS: 21 mm
NOMBRE DEL ESTABLECIMIENTO: La Margarita y El Gaucho
MARCA: Nº 989
Colección: A.H.S.M        


  Laclau Hnos
                
                                           
ANVERSO: En un vellón: En la parte superior del  campo, las iniciales L (Laclau) y  H (Hermanos), en la parte media inferior, la marca ( Laclau Hermanos).  En el vale de 100: En el centro del campo, la  marca (Laclau Hermanos), en la parte media superior, las iniciales L(Laclau) y H (Hermanos), y en parte inferior, el valor 100. 
REVERSO:* Liso
METAL: Bronce
MEDIDAS: 25 mm y 37,5 mm
METAL: Bronce                            
NOMBRE DEL ESTABLECIMIENTO: Cerro Negro, cercano a la Estación Sierras Bayas
MARCA: Nº 1118
Colección: A. H. S. M

 Estancia Cerro Negro
                                     

 En 1885, Pablo y Narciso Laclau, fundan el establecimiento Cerro Negro. Tenía una extensión de 2.700 hectáreas, divididas en 18 potreros. También eran propietarios de un campo de 2.000 hectáreas de nombre San Juan. 
 El casco de la estancia estaba situado al pie del cerro del mismo nombre.


   Carlos Guerrero
                                           

ANVERSO (1): En el centro del campo, una marca (Carlos Guerrero). En la parte superior de los vales, el número 50 y el 100.
ANVERSO (2): Ocupando la parte media superior, una marca (Carlos Guerrero), debajo de la marca,  los valores 1, 20,50 y 100.
METAL (1): Zinc.  METAL (2): Aluminio
MARCA: Nº 2193
NOMBRE DEL ESTABLECIMIENTO: San Antonio, cuartel 12.  
MEDIDAS (1): 27 x 28 mm, 32 mm, 39 mm y 44 mm 
MEDIDAS (2): 27mm, 30 mm, 32 mm y 37 mm.
Colección: A.H.S.M

San Antonio 



Carlos F. Guerrero
                               

Carlos Francisco Guerrero nació en Buenos Aires el 13 de diciembre de 1847. Desde muy joven colaboró con su padre en la empresa familiar dedicada a los negocios navieros. 
En 1871 comenzó a dirigir en diversos establecimientos las tareas rurales, y con el tiempo logró adquirir numerosos campos en la provincia de Buenos Aires, Córdoba y San Luis. En el partido Olavarría fundó la estancia San Antonio. En 1892, junto a otros ganaderos crean la Liga Agraria de la Provincia de Buenos Aires, cuya existencia concluyó en 1923. 
En 1879 importó desde el Reino Unido el primer toro Aberdeen Angus, de nombre Virtuoso.
Estableció una de las primeras fábricas de conservas alimenticias. Participó en la política, por la Unión Cívica fue candidato a legislador provincial en 1899. Falleció en su establecimiento Charles, en Juancho, partido de General Madariaga, el 23 de enero de 1923.
En 1925, los sucesores de Carlos Guerrero donan el predio donde está ubicado el Club Estudiantes de Olavarría, que lleva el nombre de Parque Carlos Guerrero.
Carlos Francisco Guerrero se unió en matrimonio en 1876, con María Ignacia Rodríguez Gaete Castro, y a uno de sus cinco hijos le pondría el nombre de su hermana Felicitas, cuya trágica muerte tuvo un gran impacto en la sociedad de aquellos años. Su hija Felicitas sería la heredera de la estancia San Antonio en Olavarría. 
Felicitas, cuyo nombre completo era Felicitas Corina Rosa, nació en Buenos Aires el 14 de abril de 1879.


Felicitas Guerrrero
                                     
 Casada con Nicolás Santiago Mihanovich Balestra, tuvieron cinco hijos: Felicitas, Carlos María, Jorge Luis, Fernando Pedro y Nicolás Santiago.  
Después se fallecer su esposo Nicolás Santiago  en 1920, Felicitas se casa con su cuñado Pedro Miguel Mihanovich. El 11 de noviembre de 1953, a la edad de 74, Felicitas fallece en Buenos Aires. 

Felicitas Guerrero de Mihanovich

ANVERSO: En el centro del campo, una marca (Felicitas G. de Mihanovich). En el perímetro, leyenda circular, separada  por un adorno al pie: F.G. de MIHANOVICH.
 Sin gráfila.
REVERSO: Ocupando todo el campo, los valores 1, 25, 50 y 100,  cargados de azur. Gráfila de granetería. Grabador: A. N. Bares
METAL: Aluminio
MARCA: Nº 2193
NOMBRE DEL ESTABLECIMIENTO: San Antonio, cuartel 12.  
MEDIDAS: 21 mm, 28 mm, 30,5 mm y 30,5 mm
Colección: A.H.S.M

Carlos María y Fernando Pedro, compartieron la propiedad de la estancia La Cautiva en el partido de Olavarría.


Fernando Pedro Mihanovivh- Carlos María Mihanovich

  Carlos y Fernando Mihanovich


ANVERSO: En el centro del campo, una marca (Carlos y Fernando Mihanovich). En el perímetro, leyenda circular: CARLOS Y FERNANDO MIHANOVICH. Sin grafila
REVERSO: Ocupando todo el campo, el número 1 cargado de azur.   
Gráfila de granetería.
METAL: Aluminio
MEDIDAS: 26 mm y 31 mm  
NOMBRE DEL ESTABLECIMIENTO: La Cautiva.
MARCA:
Grabador: A. N. Bares 
Colección: A.H.SM        



Manuel Udaondo

ANVERSO: En el centro del campo, una marca (Manuel Udaondo) En el perímetro, leyendas semicirculares, superior: ESTANCIA EL CARMEN, e inferior: MANUEL UDAONDO.  
Grafila de granetería. Borde resaltado. 
REVERSO: Ocupando todo el campo, el número 1 cargado de azur.     Gráfila de granetería. Borde resaltado. 
METAL: Bronce
MEDIDAS: 25 mm x 25 mm  
NOMBRE DEL ESTABLECIMIENTO: El Carmen
MARCA: Registrada en el partido de Olavarría por Enrique Udaondo con el número 758. 
Grabador: Orzali.
Colección: A.H.SM        




     La Escocia 
                            
                                                                                             
ANVERSO: En el centro del campo, una marca (David H.S. Maitland).  En el perímetro, leyenda  semicircular  superior:   ESTANCIA "LA  ESCOCIA", e inferior: HINOJO-F.C.S. Ambos conceptos separados por granetes. 
Gráfila de granetería.
REVERSO: En el centro del campo, el valor 1, 25 y 100.
METAL: Bronce
MEDIDAS: 20 mm, 25 mm y 30 mm 
NOMBRE DEL ESTABLECIMIENTO: La Escocia, cercano a la Estación Hinojo.
MARCA: 1109
Grabador: Orzali B. Y C
Colección: A.H.S.M.

 En 1896, David H. S. Maitland, en un predio de 2.084 hectáreas fundó la estancia La Escocia, nombre seguramente elegido en reconocimiento a su país de origen. Ubicada en el partido de Azul, es lindante con la Estación Hinojo. En 1916, compra la estancia José Rodolfo Semprún, modificando el nombre de la estancia por el de La Nueva Escocia, y años después recobraría su nombre original, con Enrique Loza Amuchástegui. 


      Lorenzo Lasalle
                               
                                          
ANVERSO: En el centro del campo, una marca (Lorenzo Lasalle).    En el perímetro, leyenda  semicircular  superior: LORENZO LASALLE, en  la parte inferior, la leyenda: HINOJO. Ambos conceptos separados por granetes. Gráfila de granetería.
Grabador: Orzali B. Y C.
REVERSO: En el centro del campo, el valor 1.   Gráfila de granetería.
METAL: Cobre   
MEDIDAS: 21 mm                      
MARCA: Nº 7530 registro de Azul
NOMBRE DEL ESTABLECIMIENTO: Desconocido, cercano a Hinojo.
Grabador: Orzali B. Y C.
Colección: A.H.S.M.
  Juan Manuel Garmendia
                                    
               
ANVERSO: En el interior de un círculo de granetería, la inicial G, cargada de  azur. 
REVERSO: Ocupando todo el campo, el número 1 en  azur. Sin gráfila.
METAL:  Bronce
MEDIDAS :  23 mm  
NOMBRE DEL ESTABLECIMIENTO: El Silencio, cercano a la Estación Iturregui.
Colección: A.H.S.M.
Esteban Louge
                                
                                
ANVERSO: Ocupando todo  el campo, una marca (Esteban Louge).
REVERSO: En la parte media del campo, la leyenda horizontal: E.LOUGE
METAL: Bronce
MEDIDAS: 23 mm  
NOMBRE DEL ESTABLECIMIENTO: Estancia La Isolina, cercana a la Estación Miñana. 
   
MARCA: Nº 1044, del registro local de marcas.
Colección: A.H.S.M.


   Estancia La Isolina
                                   
 El 15 de diciembre de 1899, Alfredo Panelo le vende a Esteban Louge el campo por la suma de $ 275.000, escritura que se realizaría ante el escribano Rafael Rodríguez Brizuela. La estancia ya se llamaba La Isolina, y Alfredo Panelo le pide a Louge que no le cambie su nombre, porque era el de su única hija fallecida a muy temprana edad. Isolina Panelo  había nacido el 6 de setiembre de 1887, y era hija de Alfredo y Manuela Arzac Montenegro.
 Posteriormente, Esteban Louge adquiere una fracción de 105 has.. 49 a y 10 ca., al Gobierno de la Provincia de Buenos Aires, el 12 de julio de 1901.
 El 27 de octubre de 1908, Louge adquiere 664 hectáreas linderas, a Ignacio, Bernardo y Juana Salaverry. 
 Esteban Louge había llegado al país en 1851,  procedente de Francia,  a la edad de 14 años. Años después de trabajar en diversa actividades instaló un comercio de ramos generales. Posteriormente se trasladó al paraje denominado Cerro Negro, ubicado en el partido de Olavarría
  Los Louge fueron propietarios  de las estancias La Isolina, El Porvenir, Las Toscas,cerca de la Estación Pourtalé,  La Mascota, El Mirador, ubicado en el Partido De Caseros, La Campana, en el partido de Olavarría; y de Las Bandurrias, en el partido de General Lamadrid. 

   Esteban Louge y su esposa Germana Picot
                             

 Se  casó con Germana Picot. Esteban fallece el 24 de setiembre de 1911, y  a la muerte de Germana, el 11 de noviembre de 1925,   el campo se dividió entre Germán y Esteban Juan Louge. Germán era soltero y heredaron sus sobrinos. A la muerte de Esteban Juan heredan el campo su viuda L. Dhers y sus hijos.
 En 1899, el casco de La Isolina estaba compuesto por unos ranchos de adobe y galpones.   Fue Esteban Juan Louge quien encargó la construcción actual al arquitecto Blas Dhers. El casco de la estancia se la orientó al sur, porque se usaba solo en verano, y también para poder tener una vista de la Sierra Chica.


   Augusto Striebeck
                             
                                                                                      
ANVERSO: En un vellón, ocupando todo el campo, una marca (Augusto Striebeck). En el vale de 10, en la parte media superior, la marca (Augusto Striebeck), y en la parte media inferior, el valor 10.   
REVERSO: Liso
METAL: Bronce
MEDIDAS: 29 mm y 36 mm
MARCA: Nº 54.302 en el registro de marcas ( ROMPBA 1899)
NOMBRE DEL ESTABLECIMIENTO: Desconocido
Colección: A.H.S.M.




 Tomás Yturregui
      
                       
ANVERSO: En un vellón, ocupando todo el campo, una marca (Tomás Yturregui) franqueada por las iniciales: T (Tomás) e Y (Yturralde); en los vales, en la parte inferior, la marca (Tomás Yturregui) franqueada por las iniciales: T (Tomás) e Y (Yturregui), en la parte media superior, el valor 25 y el valor 50.  
REVERSO: Liso
METAL: Bronce
MEDIDAS: 25 mm, 30 x 30 mm y 39 X 29 mm
MARCA: Nº 1343, en el registro de marcas local.
NOMBRE DEL ESTABLECIMIENTO: El Hinojo, cercana a Estación Iturregui.
Colección: A.H.S.M.



   Tomás Yturregui en la estancia El Hinojo

                           
 Tomás Yturregui, nació en Elvetea ( Elbete en euskera) Navarra, España, en 1857, hijo de Manuel Yturregui y Pascuala Yraizoz. 
El 24 de agosto de 1877, se casó en Chascomús, provincia de Buenos Aires, con Irene Bartolina Lardueyt , nacida en Chascomús el 24 de agosto de 1860, hija de Juan Lardueyt y Maria Brision. 
De esta unión matrimonial nacieron: Graciana Dolores (22/09/1879), Paulina Raimunda (15/03/1882), Pedro Timoteo (21/05/1883), Salvador Félix (10/07/1884), Aurelia Tomasa (21/12/1885), Matilde Martina (31/01/1887), Rosario Juan ( 28/07/1889), María Eusebia ( 29/10/1890) Domingo Tomás (01/01/1896), Joaquín Marcos ( 30/04/1897) y Cipriano Manuel ( 22/04/1899) Es muy posible, que al llegar al país se haya radicado en Chascomús, y alrededor de 1882, en Olavarría. 
En 1895 funda la estancia El Hinojo (foto), y en 1911 cede parte de sus tierras para la construcción de una estación del Ferrocarril Sud dentro del partido de Olavarría, motivo por el cual, y como era usual en aquellos años, la empresa bautiza a la estación con su apellido.
 Considerando, que tanto las latas de esquila, como las iniciales de su nombre y apellido  que se observan  en la parte superior del casco de la estancia ( foto),  tienen una Y griega en lugar de una I latina;  hace suponer, que la grafía de origen  de su apellido debería haber sido Yturregui, y  quizás, como tantos otros inmigrantes, su apellido fue mal registrado a su llegada a nuestro país.     



  Felipe Ballester
                               
                                                  
ANVERSO: En el centro del campo, una marca (Felipe Z. Ballester). Leyenda semicircular superior: Felipe Z. Ballester. Gráfila de granetería. Borde resaltado.
REVERSO: Ocupando todo el campo, los valores 1 y 100,  cargados de azur.
 Borde resaltado. Gráfila de granetería. Borde Resaltado.
METAL: Aluminio
MEDIDAS: 23 mm y 30 mm 
NOMBRE DEL ESTABLECIMIENTO: La Reserva y El Chalet, cercano a la Estación Iturregui.
MARCA: Nº 517 en el registro de marcas local.
Grabador: A. N. Bares 
Colección: A.H.SM        


   Elisa B. de  Durañona
                  
                    
ANVERSO: En la parte media superior del campo,  una marca (Elisa Brié de Durañona), en la parte media inferior, el valor 1, 25 y 50.    
REVERSO: Liso
METAL: Bronce
MEDIDAS: 26 mm, 32 mm y 35 mm
MARCA: Nº 1134, en el registro de marcas local.
NOMBRE DEL ESTABLECIMIENTO: La Estela de Manuel Durañona, en el límite con el Partido de Laprida. 
Colección: A.H.S.M.


 José Ordozgoite
                      
                        
ANVERSO: En un vellón y 25 vellones, en la parte media superior del campo,  una marca (José M. Ordozgoite), en la parte media inferior, el valor 1, 25. En la de 10 vellones, en la parte izquierda del campo, la marca (José Ordozgoite),  y en la parte derecha del campo, el valor 10.      
REVERSO: Liso
METAL: Bronce
MEDIDAS: 25 mm, 26 X 17  mm y 27 X 34 mm
MARCA: Nº 2635, en el registro de marcas local.
NOMBRE DEL ESTABLECIMIENTO: Santa Rosa 
Colección: A.H.S.M.
Estancia Santa Rosa

   Eustaquio Cárdenas
                                     
                                   
ANVERSO: En el centro  del campo,  una marca (Eustaquio Cárdenas), leyenda semicircular superior: LA CAROLINA, e inferior: OLAVARRÍA, ambos conceptos, separados por pequeñas rosetas.        
REVERSO: Liso
METAL: Bronce
MEDIDAS: 24 mm
MARCA: Nº 37363, Partido de  Las Flores,  en el registro de marcas ROMPA de1899.
NOMBRE DEL ESTABLECIMIENTO: La  Carolina
UBICACIÓN: Cuartel 11, cercano a la Estación Durañona.   
Colección: A.H.S.M

 Eustaquio Cárdenas adquirió un campo en Olavarría, al que le puso el nombre de La Carolina, como el que tenía en Las Flores, Provincia de Buenos Aires. En las latas de esquila (foto), además del nombre de la estancia y la marca, le agregó el nombre del partido, para así indicar el lugar de pertenencia de las latas. Posteriormente, la estancia La Carolina de Olavarría pasaría a manos de Carlos Augiot, quien mantendría el mismo nombre de la estancia. 

Estancia La Carolina 

                                                     
 Carlos Augiot
                                         
ANVERSO: En el centro  del campo,  la iniciales C ( Carlos) y A ( Augiot), en la parte media superior, la marca (Carlos Augiot), en la parte media inferior, el valor 1, 25 y 50..       
REVERSO: Liso
METAL: Bronce
MEDIDAS: 25 mm, 35 mm y 38 mm
MARCA: Nº 37363, Partido de  Olavarría,  en el registro de marcas ROMPA de1899.
NOMBRE DEL ESTABLECIMIENTO: La  Carolina
UBICACIÓN: Cuartel 11, cercano a la Estación Durañona.  
            Colección: A.H.S.M

 Máximo Agustín Boubée
                                           
                                              
ANVERSO: En el centro  del campo, una marca (Máximo Agustín Boubée).
REVERSO: Liso
METAL: Bronce
MEDIDAS: 30 mm
MARCA: Nº 1017,  en el registro de marcas local.
NOMBRE DEL ESTABLECIMIENTO: Progreso
UBICACIÓN: Cuartel 17, cercano a la Estación Muñoz  
            Colección: A.H.S.M.

Estancia Tres Hermanos

 Oriundos de Francia, los hermanos Juan María, Máximo Agustín y Augusto Boubée se establecieron en Olavarría en 1876. Muy poco después fundaron su primera estancia, a la que llamaron Tres Hermanos, que tenía una superficie de 3.510 hectáreas, divididas en 14 potreros. Posteriormente crearon los establecimientos El Progreso y Emma Adela. También, en los partidos de Azul y Coronel Suárez, fueron propietarios de campos.

  Lucio Reynoso
                             
ANVERSO: En la parte superior del campo, una marca  (Lucio E. Reynoso). En la parte inferior, el valor 1,100 y 200.
REVERSO: liso
MEDIDAS: 25 mm, 35 mm y 40 mm.   
METAL: Bronce
NOMBRE DEL ESTABLECIMIENTO: La Encarnación, cercana a la Estación Pourtalé.
Colección: A.H.S.M


    Estancia La Encarnación
                                        












El 10 de mayo de 1972,el gobernador de la Provincia, Mariano Acosta, otorgó escritura de propiedad a favor de don Lucio E. Reynoso, campo que había pertenecido a Nicolas Dasso. Con una superficie de 8.064 hectáreas, la estancia estaba dividida en 16 potreros.
 En el lugar se produciría un hecho que pasaría a la historia de Olavarría, con el nombre del  "Foso".    Se cuenta, que ante el peligro de una invasión de indios, que suponemos se hace referencia a la última gran invasión que se inició a finales de 1875 y finalizaría el 18 de marzo de 1876, cuando fueron finalmente derrotados y dispersados en el combate del Paso del Sauce (o de Paragüil). Lucio Reynoso, con el propósito de defenderse de un posible ataque de los indios sublevados,  junto a los trabajadores de la estancia y algunos de sus vecinos, comenzó la construcción de una red de fosos o trincheras en un perímetro aproximado de 3.000 metros, en una línea ligeramente ondulada y en semicírculo.  Terminado el foso, Lucio recabó la obediencia de los voluntarios y exhortó a no abandonar sus puestos aún a costa de sus vidas, haciéndoles comprender el significado y el esfuerzo en que estaban empeñados. Finalmente, se produciría la invasión y los indios no pudieron vencer la firme resistencia de Lucio y su gente que se encontraban en el foso. El saldo de la contienda fue de 11 pobladores muertos y de más de cien indios. Se comenta, que algunos años después, Lucio solía decir: “Ni uno solo pudo trasponer el foso”. 
A partir de esa construcción defensiva, la estancia se conocería con el nombre del Foso, cambiando por el de Estancia La Encarnación, cuando Lucio se casa con Encarnación Alegre.


   Urbano Domeg
                        
                                            
ANVERSO: En el centro del campo, las iniciales U D (Urbano Domecq); debajo, el valor 20 y 50.
REVERSO: Liso
Colección: A.H.S.M.                    
           METAL: Zinc
           MEDIDAS: 21 mm, 28 mm y 33 mm                      
NOMBRE DEL ESTABLECIMIENTO: La Armonía, cercana a la Estación Hinojo.
Colección: A.H.S.M.                    



Juan Pedro Schwind
                          
                                                         
ANVERSOS: En el centro del campo, en una línea horizontal, las iniciales: J P S
En la parte inferior, los valores  10, 25, 50,100, 250, 500 y 1.000.
REVERSOS: Liso         
METAL: Aluminio
MEDIDAS: 31 mm
Colección: A.H.S.M.

Latas de esquila atribuida a Juan Pedro Schwind,  que  fueron usadas en una máquina esquiladora.


   Otras latas encontradas en el partido de Olavarría

                        
                                                         

ANVERSO: Ocupando todo el campo, en los valores 1 y 5, la imagen de un carnero. En la de valor 25,  monograma con las iniciales: R. A. , la primera rellena con líneas horizontales.  Gráfila de granetería 
REVERSO: En el interior de una guirnalda de laurel frutado unidos sus cabos con moño de cinta, el 1, 5 y 25. En la parte superior, estrella de cincos puntas. Sin gráfila.
METAL: Peltre  
MEDIDAS: 23, 25 y  40 mm
Colección: A.H.S.M

Estas latas, con un monograma muy similar a los grabados en las antiguas patentes de ambulantes, cuyo significado sería República Argentina, las catalogamos como latas de uso común o genérico. De estas latas de esquila tenemos el dato de que podrían haber pertenecido a Albina Rivero, propietaria de la estancia Sanquilcó, versión que no hemos podido confirmar. De todos modos, como se trataba de una importante  y hermosa estancia del partido de Olavarría, incluimos en esta monografía fotos de la estancia y algunos datos históricos.

Estancia Sanquilcó
  Puerta de entrada a la estancia Sanquilco
                              


 Ramón Rivero
                                             
  La estancia Sanquilco fue fundada por Ramón Rivero, en 1880. De la unión matrimonial con Josefa Ymaz nacieron sus hijos Diego y Albina. Quienes, luego de la muerte de sus padres, quedarían a cargo de la estancia. Se trataba de un establecimiento de más de 16.000 hectáreas, cercana a la Estación Rocha, campos lindantes con el partido de General Lamadrid. 

 El nombre Sanquilco, muy posiblemente corrupción de Ranquilco, significaría agua de carrizales. 

  La estancia estaba dividida en 55 potreros, y llegó a tener 12.000 cabezas de vacunos, 3000 equinos, y 45.000 ovinos. En el ganado vacuno predominaba la raza Durham, y en el ganado ovino la raza Lincoln. Los hermanos Rivero no escatimarían esfuerzo y dinero para mejorar su ganado vacuno. En 1900 pagaron por el famoso toro Waterloo Grand Duke, la suma de $ 13.200 , récord de dinero pagado por un toro en aquellos años. El toro había triunfado en Inglaterra, en Northumberland como campeón, y con igual título en el mismo año en la Great Yorkshire. En 1906 desembolsarían $ 25.000 por un toro Butterstamp, que también había obtenido diversos premios en Landres, logrando con estas compras un gran refinamiento en sus planteles de hacienda vacuna. Procedente de Sanquilco, llegarían anualmente a la Exposición Rural de Palermo acabados ejemplares vacunos, obteniendo diversos premios.



                                         Casco de la Estancia Sanquilco

La casa principal de la estancia (foto) se construyó rodeada de un parque de 50 hectáreas. En 1915, la estancia contaba con 15 puestos edificados de material que se comunicaban entre sí, por una oficina de telégrafo de la nación que se encontraba dentro de sus tierras; edificio construido y cedido para tal fin por los Rivero.
El personal de la estancia en esos años era de 45 trabajadores, y cercano a la estancia se había formado un pequeño poblado.



                                                Edificio del telégrafo de la nación en Sanquilco

 El 29 de abril de 1917, los hermanos Rivero inauguraron una capilla en la estancia, a la memoria de sus padres Ramón Rivero y su madre Josefa Ymaz. 



                       

                             Medalla conmemorativa de la inauguración    

ANVERSO: En campo de contorno irregular, en el interior de un círculo perlado, frontis­picio de la capilla de la Estancia " Sanquilco". Leyenda circular: CAPILLA DE LA SAGRADA FAMILIA. ESTABLECIMIENTO " SANQUILCÓ". 
REVERSO: En el interior de un círculo, en nueve líneas, donde la primera y última son curvas y las restantes horizontales, la leyenda: ERIGIDA / A LA MEMORIA/ DE / DON RAMÓN RIVERO / Y / DOÑA JOSEFA Y. DE RIVERO/ POR SUS HIJOS / ALBINA Y DIEGO (adorno) ABRIL 29 DE 1917. 
Grabador: GOTUZZO
Colección: A.H.S.M



OTRAS LASTAS DE ESQUILA ENCONTRADAS EN EL PARTIDO DE OLAVARRÍA, SIN IDENTIFICAR. 
             
                              



 Algunos de los más importantes propietarios de tierras ubicadas en el  partido de Olavarría, en los años veinte, eran los siguientes:


Propietarios                                                    Cantidad de hectáreas
Víctoria M. de Nazar                                                           21.300
Luciano Fortabat                                                                19.459
Juan A. Graciarena                                                             18.700
José Guazzone                                                                   18.500 
José Beristayn                                                                    16.534
Rivero Hnos                                                                        16.500
Rafael Herrera Vegas                                                           16.200
Mario y Nestor Belgrano                                                      10.942
Josefa Zabaleta de Aramburu                                                9.930
Juan Mac Donald                                                                  8.485
Guillermo y Luis F. Leloir                                                      8.368 
Lucio Reynoso                                                                      8.100
Carlos Guerrero                                                                    8.100            
Manuel Durañona                                                                  8.100
M. Astiria de Mallet                                                               7.650
J. Martin Donos                                                                    7.600
Germana Picot de Louge                                                       7.447            
María B. Blondel                                                                    7.380
Manuel Udaondo                                                                   6.300
Bernardo Graciarena                                                             5.975
Sucesión Burnet                                                                    5.900
María Boubee de Guernier y María M. A. de Boubee                5.671
Damián Recalde y Hnos                                                         5.500
Antonio Louge y Picot                                                           5.420
Antonio J. Frers                                                                    5.400 
Aurelio Prado                                                                        5.400
Enrique Keen                                                                         5.399
Joaquín  Pourtalé                                                                  5.387
María Maddalena Pourtalé                                                      5.387
Alejandro Pourtalé                                                                5.387
Elena Pourtalé de Labauve                                                     5.387
María Elena Pourtalé de Haranger                                           5.387
Pablo Pourtalé                                                                       5.387
                     
  Los últimos seis de la lista son los sucesores de Joaquín Pourtalé, quien era el propietario del establecimiento "La Tigra", con  32.322 hectáreas, muy  posiblemente, haya sido el campo de mayor superficie   en el partido de Olavarría.  

 El partido de Olavarría tiene una superficie aproximada de 771.360 hectáreas. El siguiente es un detalle de las  principales estancias del partido a principios de la década del 40, agrupadas tomando como referencias las estaciones del ferrocarril, para una mejor ubicación en el plano catastral de Olavarría. En aquellos casos en que hemos podido determinar las modificaciones en los nombres y en la propiedad de las tierras, así lo hemos indicado.

Estación Hinojo
Estancias: "San Juan ", de Juan Iriart; "La Luisa", de Pedro Arrouy; "El Cerro, de Miguel Bonserio; "María Teresa",de Miguel Carús; "El Porvenir, de Suc. Di Salvo;"El Recuerdo", de Guillermo Darnet; "San Miguel, de Miguel Dietrich; "La Estrella., de Guitarte Hnos; "La Narcisa", de Fortunato Gómez Romero; "La Tomasa", de Antonio Villa;"La Margarita", de Ricardo Bennewitz; "La Armonía, de Suc. Matilde Domecq e Hijos; "El Mojón", de Iriarte Hnos; "San Antonio",de Antonia Legorburú; "La Isolina", de Louge Hnos; "Cerro Aguila", de Emilio Montenegro; "La María Haydeé", de Suc. Pardehalin; "La Escocia", de Enrique Loza Amuchastegui (ant."La Nueva Escocia" de José R. Semprún); "Cerro Negro", de Louge Hnos; "La Mascota", de Clarens Hnos; "La Esperanza", Viuda de Rives; "El Fortín", de Gouzen Hnos.

Estación Olavarría
Estancias: "Santa María, de Juan B. Sarciat; "El Mirador", de Louge Hnos; "El Chalet", en campo Belgrano, de Luis Magnasco y Cía; "La Granja", de Pedro Luis Larre; "San Antonio", de Felicitas G de Mihanovich  (ant. Sucesión Carlos Guerrero);"Colman", "El Mirador" y "Las Catalinas", del Conde Giuseppe Guazzone Di  Passalacqua; "San Jacinto", de Fortabat Hnos.; "La Cautiva", de Alfredo Fortabat; "San Jacinto", de Alfredo Fortabat, "Blanca Chica", de Isidoro y N.  Martijena (ant. de Luciano Fortabat).

Estación Pourtalé
Estancias:  "Las Toscas", de A. O' German Louge; "14 de Julio", "La Felisa" y "San José", de José María Aramburo; "El Olvido", de Josefa Vda. de A.Aramburu; "Bella Vista", de J. Lucotti; "El Ombú", de Sucesión Pablo Poutale; "Guanchi Pampa", de Magdalena Pourtalé; "La Reserva", de Felipe Ballester; "3 Hermanos", de Sucesión Máximo Boubée e hijos; "La Mascota", de Cía Agrícola Ganadera de Olavarría; "Los Olivos", de Martín Garat; "El Fortín", de Sucesión Bernardo Iribarne; "Las Horquetas" , de Juan B. Graciarena; "Arroyo Corto", de Enrique J. Graciarena; "Las Mercedes", de Juan Carlos Quiroga; "La Encarnación, de Adela A. de Reynoso; "El Triángulo", de Juan Minvielle; "La Montañesa, de José Mendía;  "La Tigra", de Roger Labouvé ; "La Tigra Vieja", de Sucesión  Alejandro Pourtalé; "La Tigra", de Pablo Pourtalé; "El Principio", de Daniel Burnett; "Los Tojos", de Alicia B. de Erro; "La Susana", de Walfredo Burnett; "La Jacinta", de Mateo Burnett; "La Josefina", de Ramón Renero; "La Nélida", de Pedro Renero; "Las Casillas", de Juan Arrate; "La Alcira: de Sucesión Francisco Cajén; "La Magdalena", de Alejandro Mac Williams; "Pase de Largo", de Tomás Burnett; " San Martín", de Mailharro  Hnos; "La Campana", de Vicente Rago; "La Payanca", de Alfonso Aramburu; "San José, de G. Louge.

Estación Muñoz
Estancias: "El Progreso", "Emma Adela" y "Tres Hermanos", de Máximo Boubée e hijos; "La Margarita", de Esteban R. Lasalle; "El Porvenir", de Antonio Louge Picot; "La Estrella", de Etchepare; "La Delia", de Emilio Mingo; "San Luis, de José María Cier; "San Juan", de Sucesión de José María  Hernandorena; "El Primer Paso", de Vda de Iribarren; "San Miguel", de Ramón Azúa; "La  Esperanza", de Oscar Bó; "La Amalia", de Eugenio Ramongassie; "La Sin Nombre", de Manuel Alvarez; "La Josefa", de Santiago Irigoin; "San Carlos", de Galarza Hnos; "El Borrego", de Pedro Dascon; "El Guacho", de Esteban R. Lasalle; "Santa Marta", de Vicente Arostegui; "Arroyo Corto", de Juan A. Graciarena.

Estación Rocha     
Estancias: "Fortín Lavalle", de Arturo Pose (Ant. Juan Macdonald); "San Pablo" y "San José", de Marcelina M de Azuaga e hijos; "Las Camelias", de Enrique Bintana; "San Juan de Rocha", de Jacinta R. Bond; "La América", de Pedro Bourgés; "Los Laureles", de Miguel Capandeguy; "Las  Acacias", de Norberto Casco; "La  Irma" y 'Fortín Frías", de la Sucesión de Ellavide; "La Lía", de Pablo Fassina; "El Silencio", Juan M. Garmendia; "La Susana", de Juana D. de Olaechea; "La Suerte", de Pedro Mailharro; "La Loma", de Sucesión Sanzberro ; "El Carmen ", de Enrique Udaondo; "Sanquilcó", de Albina Rivero; "El Ñandú", de Antonio Renero; "La Elisa",  de Bernardo Renero; "La Silvina", de Hilario Galli; "EL Rosario", de Federico Larroure;  Fracciones de campo "Fortín Lavalle", de Juan Valerga; Sisti Hnos, Alfredo Sisti, Francisco Farías, Angel Amparan; "El Principio", de Rosa E. de Errobidart; "La Invernada", de Francisco Echavide; "El 2 de Octubre", de Pascual Reyero; "La Amelia", de León Minvielle; "Udalen", de Horacio Marco; "San Martín", de Martín Etchebehere.

Estación Santa Luisa
"San Jacinto", de Goñi, Sainte Cluque y Cia; 'San Alberto", de Dante Bernaudo; "San Pedro", de Bernardo Lalanne; "San Pablo", de Damián Pourtalé; "La Tigra", de Sucesión Pourtalé; "El Recuerdo", de Goñi Sainte Cluque y Cia; (Ant.de Beltran Arrieu); "La Jacinta", de A. N. Torres Cladera.

Estación Durañona
Estancias: "La Totora", de Sucesión Martín Donós; "El Carmen", de María Luisa Durañona; "La Carolina", de Carlos Auguiot; "Villa María", de Agustín Izzi; "La Perseverancia", de Juan F Basabe; "La Celia", de  Andrés Alcetegaray, "La Estela", de A. M. Durañona.

Estación Espigas
Estancias: "San José", de José Artola; "La Adelina, de Mariano Artola; "San Pedro", de Pedro Busquet; "Los Pirineos", de Sucesión Juan B. Bioy; "La Palmera", de la Sucesión José Gangoite; "La Nueva Australia", de Sucesión Y. Guarochena; "La Tosca", de Sucesión F. Mondragon; "El Veterano", de Sucesión Martín Otermi; "El Veterano II", de Bernardo Etchegoin; "El Fortín", de Sucesión León Rey; "La Palmira", de Juan Incaugarat; "Santa Marta", de Rodolfo Zuberbulher; "La Rosa", de Bunge y Born ( Ant. "La Victoria", de Victoria M de Nazar). 

Estación Blanca Grande
 "La Argentina", de Bunge y Born ( Ant. de Aurelio Prado); "Santa María", de Juan B. Sarciat; "La Dorita", de Felix Sañudo; "La Vigilancia", de Pedro Maxwell; "Fortín Bransen", de Benjamín Enz Hnos; "La Lidia", de Juan Arrate; "La Nueva Germania", de Viuda de Wagner; "Santa Catalina", de J. P Bintana; "La Pepa", de José J  Beristayn   ( Post. Miguel y Francisco Mendía, y otros), Estancia "La Carmelita", de Alejandro F. Estrugamou (Ant. de Rafael Herrera Vegas).

Estación Recalde
Estancias: "La Mostazas', de Jaun Minvielle; "La Sorpresa", de Justo F. Del Carril; "La Candelaria", de Candelaria Arana de Nieto e Hijos; "El Milagro", de Damián Recalde; "La Ethel", de Juan Recalde; "San Marco", de Martijena Hnos; "El Capricho", de Carlos Guazzone; "El Rosario", de Juan B. Graciarena; "San Lorenzo", de Sucesión Lorenzo Berho; "13 de Enero", de Sucesión Pedro Barcelona; "El Principio", de Burnett Hnos; "La América", de José Lamas; "La Josefa", de Pedro Maxwell.

Estación Mapis
Estancias: "San José", de J. E. Galli y Cía; "El Capricho", de la Condesa Zulema Vda de Guazone; "El 2 de Julio ", de Sucesión José Iturregui; "La Tomasa", de Miguel I. Escotegui; "La Mariana", de Graciano Mapis; "El Recuerdo", de Zacarías Bigurrarena; "La Primavera", de Julian Mapis.

Estación Iturregui
Estancias: "Santa Rosa", de Miguel Escosteguy; "La Reserva", de Felipe Ballester; "El Carmen", de Sucesión Joaquín Cervera; "Fortín Frías", de Sucesión Eyheravide; "San Ramón", de Ramón S. Fernández; "Santo Domingo", de Fernández Garay Hnos; "Zelaya", de Rosa F. de González; "El Chalet", de Felipe Z. Ballester; "La Justa", de G Dietriz e hijos; "San Ignacio" y "La Eugenia", de Suc. Ignacio Gurruchaga; "San Ignacio", de Ignacio Hurtado; "EL Hinojo", de Irene L. de Iturregui; "La Tomasa", de Miguel Escosteguy; "La Fernanda" y "La Noria", de Sucesión V. Iturregui; "La Estaca", de Sucesión C. Janariz; "El Jurado", de Suc. Jurado; "El Hinojo", 'El  Morrongo" y "La América", de José Lamas; "Santa María", de Pedro Lardoneyt; "Santa Cecilia", de Sucesión J. Menville; "La Recompensa", de Viuda de Gainza; "El Tala", de Sucesión Manuel Sarciat. 


Clasificación de las latas de esquila 

En cuanto a los sistemas de fabricación de las latas de esquila, los metales utilizados, tipos y variedades, inscripciones y leyendas en sus improntas, ensayaremos una clasificación general de las mismas, que por la diversidad de sus formas, los sistemas y metales utilizados en su fabricación, como por las aún no encontradas, estará siempre sujeta a modificaciones. 

El ítem correspondiente a las medidas de sus diámetros, en cada variedad, corresponde a las latas del partido de Olavarría.

    
 1-Latas, propiamente dichas:                                              
 a) Su material de fabricación es por lo común  lata, hojalata o latón,  bronce y cobre.
 b) Su forma es generalmente circular, y su módulo aumenta de acuerdo a la cantidad de vellones que representan. Son raras las latas de  forma cuadrada o rectangular.
c) Sus improntas son invariablemente punzonadas. Normalmente su reverso es liso. Son raras las latas fabricadas por el sistema de estampado.También las hay acuñadas.                            
d)  Su módulo varía aproximadamente, entre 25 mm a 49 mm

 1-1 En cuanto a los elementos que lucen en sus improntas:
a)  Con el valor
b)  Con las iniciales del nombre y apellido del emisor.
c) Con las iniciales del emisor y cantidad de vellones, siendo entendido       que las que no dicen el valor, representan un vellón.
d) Con  las iniciales, cantidad de vellones, y el dibujo de la marca del emisor.
e) Con la cantidad de vellones, nombre de la estancia y  la marca.
f)  Con el valor, nombre del propietario, de  la estancia, y con la marca.
g) En algunas, la cantidad de vellones se reemplaza por la leyenda, "esquilé una oveja "o "vale por una oveja", "una oveja" "dinero en esquila"  y  otras leyendas similares.

2-Monedas convertidas en latas: Se integra con monedas, generalmente argentinas, y por excepción con monedas extranjeras.
                       
3-Fichas acuñadas especialmente para ser utilizadas en las esquilas.
a)    Fabricadas por acuñación.
b)   Los metales utilizados son: cobre, bronce, aluminio, antimonio y algunas muy escasas de peltre o plomo.
c)    Su forma casi siempre es circular, y su módulo varía según la cantidad de vellones.
d)  Módulo variable entre generalmente entre 21 mm a 34 mm
  
3-1 En cuanto a los elementos que lucen sus improntas:
 Las inscripciones y figuras se encuentran distribuidas en ambas caras y  pueden contener uno o varios de los siguientes elementos:
a)   Nombre y apellido del emisor o sus iniciales.
b)   Nombre del establecimiento o estancia
c)    Lugar geográfico de ubicación del establecimiento.
d)   Dibujo de la marca del emisor.
e)   Número de vellones que representa.
f)     En algunas piezas, escasas, la cifra que indica la cantidad de vellones se   sustituye por  la  leyenda  "esquilé una oveja "o "vale por una oveja" y        otras  similares.
g)    Algunas fichas, lucen la  figura de un animal lanar o la cabeza de un lanar.
h)  Existen  algunas fichas, contramarcadas con las iniciales de otro propietario y el valor original de la ficha  modificado.
  
4-Fichas y latas de esquila, no emitidas por el propietario

a) Son aquellas donde el emisor no es el propietario de la hacienda que se esquila, ni de la estancia o establecimiento, son el producto de la modalidad de trabajo. El propietario de la hacienda realizaba la tarea de la esquila por intermedio de un contratista, éste  era el dueño de los implementos y maquinarias correspondientes y, además, tenía a su cargo el personal encargado de realizar el trabajo.

4-1 En cuanto a los elementos que lucen sus improntas:      
Las inscripciones se encuentran en una o ambas caras

a)    Nombre y apellido del emisor.
b)   Solamente el número de vellones
c)    Solamente sus iniciales

5- Fichas  fabricadas  especialmente para la tarea de la esquila, de uso común para cualquier propietario o contratista de esquila.

a) Son piezas que carecen de cualquier indicación que permitan individualizar  al emisor o propietario de la hacienda. En general, se trata de una forma de propaganda comercial de comerciantes de artículos rurales o sus fabricantes. Estas fichas, son muy escasas.

5-1 En cuanto a los elementos que lucen sus improntas:

a)   Representación de un animal lanar o solamente su cabeza.
b) Indicación en una de sus caras, del  negocio, empresa  o producto  comercial.

 6- Fichas  convertidas en latas de esquila

a)   Son piezas fabricadas con otro objeto, reselladas o contramarcadas para ser utilizadas como latas de esquila.
     
 6-1 En cuanto a los elementos que lucen sus improntas:
                                  
a)   Con la marca y el valor.






1"Textos eróticos del Río de la Plata", Robert Lehman Nitsche, publicado con el seudónimo de Víctor Borde, en 1923 en Alemania y en 1946 en la Argentina
2 misho ( pobre)
3 Canfinflero: Rufián que solo explota una mujer.
4 a la gurda: excelente
5 Descubierta por el coleccionista Miguel Morucci de Buenos Aires.
6 Dr. E. Zeballos, "Viaje al País de los Araucanos", pág. 63 y 64
7 Dr. E. Zeballos, "Viaje al País de los Araucanos", páginas 74 y 75
8 "Cerro Sotuyo, en el recuerdo" de Virginia C. B. de Coumeig, pág. 14. Olavarría, 2003.
9 Estaba casado con Clorinda Piatti. 
10 Fecha estimada por el Ing. Horacio Piatti, nieto de Grazioso Piatti. Testimonio manuscrito en mi poder.
11 Testimonio del Ing. Horacio Piatti, manuscrito en mi poder.
12 "Cerro Sotuyo, en el recuerdo",
13 Ing. Horacio Piatti, nieto de Graziano Piatti, original manuscrito en mi archivo.
14 De martellina, martillo con las dos bocas guarnecidas de dientes prismáticos.
15 Revista "Todo es Historia" Nº 247 , Vida de pueblo, por Aurora Rocha Campos. Buenos Aires, 1988. Loma Negra C.I.A.SA, por Juan Carlos Rey. Loma Negra , 2000. Los dueños de la Argentina, Luis Majul. Buenos Aires, 1992. Diario "El Popular"de Olavarría.
16 ".....que por todos eran mas de cuarenta: traían algunas cabras y ovejas". Pedro de Angelis, T.1 pág. 67
17 Estudios prácticos sobre la cría y refinamiento del ganado lanar, Buenos Aires, 1885 -J. Harrot.
18 W. Parish 'Buenos Aires y las Provincias del Río de la Plata"Buenos Aires 1958.
19 Federico Oberti, Esquila y Esquiladores, diario la Prensa, Buenos Aires
20 Ver, Hilda Sabato, Capitalismo y Ganadería en Buenos Aires , Buenos Aires, 1989
21 Emilio Daireaux "Vida y Costumbres en el Plata "Tomo II , pág. 309
22 El primer cerco de alambre conocido en el país lo hizo construir en 1845.Ricardo B. Newton, en la estancia "Santa María", cerca de Chascomús, y lo emplea solamente para cercar su quinta. El primero que lo utilizó para marcar los lindes de su estancia "Los Remedios", partido de Cañuelas,, fue Francisco Halbach en 1855. Noel Sbarra "Historia del alambrado en la Argentina", Buenos Aires 1964. En Olavarría, el primero en alambrar fue Joaquín Pourtalé en su estancia de "La Tigra", en 1881.
23 Emilio Daireax," Vida y Costumbres en el Plata", Tomo II, pág 311
24 H.Gibson,.la cita es de Hilda Sábato, Pág. 137
25 Emilio Daireax, Vida y Costumbres en el Plata, Tomo II, pág 314
26 Vicuña Mackenna, 2º Tomo "Obras Completas", pág.428. Universidad de Chile, 1936.
27 Wilfrid Latham, "Los Estados del Río de la Plata "Su industria y su comercio", pág. 19
28 Federico Oberti, Esquila y Esquiladores, diario La Prensa , Buenos Aires,1968
29 Faustino Huarte," El Puestero", Tres Arroyos, pág. 53
(*)Argent. Mantas de lana que se ponen a la cabalgadura debajo de la caronas, recados o bastos.
30 Acuerdos del Extinguido Cabildo de Buenos Aires, T.I, pág. .23
(*) La señal llamada Patria, es un corte recto de la punta de la oreja.
31 Archivo Histórico, 1994 -Revista Nº 2, pág 3
32 Jorge N. Ferrari, Las "Latas" de esquila, conferencia pronunciada por el autor en la Academia de Numismática y Medallística.
33 De pirguin, enfermedad del hígado e intestinos del ganado, provocada por una especie de sanguijuela (Fasciola hepática), que vive en los remansos de los ríos y aguas dulces estancadas.
34 Benjamín Vicuña Mackenna, "La Argentina en el año 1855", pág. 123.
35 Wilfredo Latham. "Los Estados del Río de la Plata. Su industria y su comercio",
37 Richard A. Seymour, "Pioneering in the Pampas or the First Year os Settler esperience in La Plata Camps", publicado en Cuadernos de Numismática y Ciencias Históricas. Buenos Aires, Octubre 2002.
38 Emilio Daireaux, "Vida y costumbres del Plata" Vol II , págs.314-315. José Hernández: Instrucción del estanciero, Buenos Aires, 1964, págs.256-259. Faustino Huarte, "El Puestero"Tres Arroyo, 1953 pág.53. Godofredo Daireaux,"Tipos y Paisajes Criollos" Pág.132,132,134,135 y 136. Avellaneda, 1945.